Deja atrás Victoria por unas horas y adéntrate en un mundo de árboles milenarios, senderos cubiertos de musgo y aire puro en esta caminata privada por la selva tropical. Tu guía local te contará historias sobre plantas y animales mientras caminas a tu ritmo — con recogida en hotel incluida para que todo sea fácil. Es un plan tranquilo, reconfortante y sorprendentemente cerca de la ciudad.
“Se nota cuando ha llovido — el musgo se ve más brillante,” nos decía Jamie, nuestro guía, mientras pasaba la mano por un árbol tan ancho que ni siquiera podía rodearlo con los brazos. Apenas habíamos salido de Victoria — media hora en la van, con el café aún caliente en mis manos — y de repente parecía que estábamos entrando en una catedral verde. El aire era fresco y con olor a tierra mojada, ese aroma único que solo encuentras en un bosque antiguo. Me paraba a tocar la corteza (más rugosa de lo que imaginaba) y a escuchar los pájaros, pero sobre todo solo se oían mis pasos y el murmullo lejano de un arroyo.
Me gustó que Jamie no nos apurara. Hablamos de diferentes helechos y de qué bayas se pueden comer (yo ya lo olvidé, así que no me hagan caso). A veces señalaba huellas de animales o se detenía para mostrarnos pequeños hongos escondidos bajo los troncos. En un lugar la luz entraba de una forma dorada muy especial — intenté sacar una foto pero no salió igual. En un momento pasamos junto a otro grupo y el perro de alguien ladró a una ardilla; todos se rieron, hasta el dueño parecía un poco avergonzado. Se sentía un ambiente muy amigable, nada masificado.
La caminata no fue difícil — hay opciones para quienes quieran algo más exigente o simplemente pasear entre árboles gigantes. Eso sí, es importante llevar buen calzado; había zonas embarradas y una vez me torcí un poco el tobillo (ya estoy bien). Jamie llevaba agua extra y nos contó historias sobre la edad de estos árboles. Dijo que algunos son más viejos que Canadá, y eso me quedó grabado. De regreso a Victoria no paraba de pensar en lo silencioso que estaba todo en comparación con la ciudad. Aún recuerdo ese silencio de vez en cuando.
Los senderos están a unos 30 minutos en coche desde el centro de Victoria.
Sí, incluye recogida y regreso al hotel o puerto.
Sí, hay rutas básicas para todos los niveles y otras más exigentes con vistas a la montaña.
Necesitarás calzado adecuado para senderismo; no se permiten zapatos abiertos por el terreno irregular.
Los niños pueden participar si van acompañados de un adulto; los bebés pueden ir en cochecito o carrito.
Sí, pero hay que facilitar los datos del barco al reservar.
Sí, los animales de servicio están permitidos.
Se incluye agua embotellada para todos los participantes.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel o puerto en Victoria, agua embotellada para la ruta, la compañía de un guía local experto que compartirá historias durante el paseo, y transporte privado para que solo te preocupes por disfrutar — solo trae buen calzado y ganas de explorar.
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