Pedalea por los senderos de Stanley Park y el famoso Seawall de Vancouver con un guía local que comparte historias de tótems y playas escondidas. Aire fresco, vistas urbanas, grupo pequeño (máx. 10 personas) y momentos para olvidar que estás en medio de la ciudad.
Lo primero que noté fue el silencio — no un silencio absoluto, sino ese sonido suave y amortiguado que se siente al estar rodeado de altos cedros. Nuestro guía, Mark (que conocía cada atajo), nos hizo salir desde la tienda de Cycle City y entrar directo a Stanley Park antes de que pudiera ajustar bien el casco. Olí el aroma a pino y tierra húmeda; alguien delante se rió al notar cómo el ruido de la ciudad desaparecía en un instante. Es cierto — un momento estás esquivando autobuses y al siguiente pedaleas junto a garzas pescando en Lost Lagoon.
Paramos en Brockton Point donde Mark nos mostró los tótems de las Primeras Naciones. Nos contó las historias detrás de cada animal tallado — la verdad, había visto fotos antes, pero al estar tan cerca se sienten totalmente diferentes. Hubo un momento divertido cuando un niño del grupo intentó pronunciar “Siwash Rock” y lo dijo fatal; Mark solo sonrió y dijo que había escuchado peores. El aire aquí olía a sal, con una brisa que venía del agua y esas montañas lejanas que parecían casi irreales.
El paseo por el Seawall es sencillo — casi plano, pavimentado y con espacio suficiente para que cada quien lleve su ritmo. En Third Beach hicimos una pausa; me senté en un tronco y vi a algunos locales jugando frisbee descalzos en la arena. Las piernas me dolían, pero de esa manera buena que sabes que vas a dormir genial esa noche. De regreso cruzamos ciclistas de todas las edades (una señora llevaba una cesta llena de compras) y me di cuenta de cuánto pertenece este parque a toda la gente de Vancouver. Todo duró unas tres horas, pero la verdad perdí la noción del tiempo entre los árboles y el horizonte.
El recorrido dura unas 3 horas de principio a fin.
Sí, el uso de bici, casco y candado están incluidos en la reserva.
Verás los tótems en Brockton Point, Lost Lagoon, Third Beach, partes del Seawall y pasarás por la Vancouver Art Gallery.
La ruta es tranquila y apta para todos los niveles; pueden participar niños desde 10 años.
Sí, se hace con lluvia o sol; hay ponchos disponibles si hace falta.
Tu día incluye una bici de calidad, casco y candado para el paseo. Un guía local profesional acompaña a tu grupo pequeño (máx. 10 personas) por los senderos de Stanley Park y el Seawall — solo tienes que presentarte en la tienda de Cycle City Tours listo para pedalear.
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