Viaja de Vancouver a Whistler con un guía local que conoce cada curva de la Sea-to-Sky Highway. Siente el rocío de Shannon Falls, pasea por el aire del puerto de Horseshoe Bay, avista águilas si tienes suerte y disfruta tiempo libre en el animado pueblo de Whistler. Un día lleno de sorpresas y momentos para ti.
No tenía muy claro qué esperar cuando subimos al minibús frente a nuestro hotel en Vancouver, solo sabía que siempre había querido conocer Whistler y que por fin alguien más conduciría. Nuestro guía, Mark, tenía esa habilidad natural para mezclar datos con anécdotas (al parecer él esquiaba aquí de niño). Pasamos por Stanley Park antes de que la mayoría estuviera despierta, el aire fresco y con un toque salado del mar. Cruzar bajo el Lions Gate Bridge fue como escaparse de la ciudad antes de que despertara.
La primera parada real fue Horseshoe Bay. Es más pequeña de lo que imaginaba, casi como un juguete con esos ferris coloridos navegando por Howe Sound. Se olía a pan recién horneado por algún lado — creo que alguien cerca estaba comiéndose un rollo de canela, aunque no pude verlo bien. Mark nos señaló hacia dónde van los ferris rumbo a Vancouver Island. Bromeó diciendo que una vez perdió uno por dos minutos y tuvo que esperar tres horas bajo la lluvia — “la típica suerte de la costa oeste”, dijo.
La caminata hasta Shannon Falls me sorprendió — no es larga, pero ya puedes sentir el rocío en la cara antes de ver la cascada. El ruido es enorme, como estática al máximo volumen. Intenté sacar una foto pero nunca logra capturar lo frío y vivo que se siente estar ahí. Después paramos en el Parque Provincial Brackendale Eagles para echar un vistazo rápido; había águilas posadas en los árboles (conté cuatro, o tal vez cinco). El camino hacia Whistler se vuelve serpenteante después, con vistas de nieve incluso en junio.
Whistler es más grande de lo que pensaba — animado pero con una vibra relajada al mismo tiempo. Tuvimos unas cuatro horas para recorrer; me tomé un café cerca de Olympic Plaza y vi a unos niños intentando hacer slackline entre dos árboles (uno se cayó de la risa). No subí en la góndola porque estaba cerrada por mantenimiento, pero la verdad sentarse al sol y ver pasar a la gente fue perfecto. De regreso no dejaba de pensar en el rocío de la cascada y en lo bien que se siente no tener que apurarse por una vez.
El tour dura todo el día e incluye unas 4 horas de tiempo libre en Whistler, además de paradas en el camino.
Sí, la recogida está incluida desde cualquier hotel o terminal de cruceros en el centro de Vancouver.
El recorrido pasa por Stanley Park, Lions Gate Bridge, Horseshoe Bay, Shannon Falls, Parque Provincial Brackendale Eagles (según temporada), Porteau Cove y Stawamus Chief.
Sí, bebés y niños pequeños pueden unirse; se permiten cochecitos y hay asientos para bebés si los necesitas.
No, las actividades en Whistler no están incluidas; tienes tiempo libre para explorar, pero conviene revisar la disponibilidad de la góndola o atracciones antes de reservar.
Tu día incluye recogida en tu hotel del centro de Vancouver o terminal de cruceros, agua embotellada para el camino, ayuda con el equipaje si la necesitas, todos los impuestos y un recorrido guiado amable por cada parada entre Vancouver y Whistler — solo tienes que preocuparte por qué snack llevarás.
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