Probarás vinos raros directamente de los mejores viñedos de Naramata, conocerás a locales apasionados y disfrutarás de un día lleno de sabores e historias—sin preocuparte por planear o conducir.
Lo primero que noté al llegar a Naramata fue cómo se sentía el aire: el sol cálido en mi rostro, pero con esa brisa fresca que viene del lago Okanagan y que lo hacía todo perfecto. Nuestra guía, Sarah, nos recogió puntualmente en Penticton (incluso tenía agua con gas bien fría lista para nosotros). El camino hasta Poplar Grove fue corto pero lleno de paisajes: hileras de viñas que se extendían, pequeños destellos de flores silvestres a lo largo del camino. En Poplar Grove comenzamos con cinco de sus vinos emblemáticos. Aún recuerdo el Pinot Noir: terroso, con un toque de pimienta, acompañado de historias sobre cómo cada uva recibe su propio rayo de sol aquí.
Luego vino una degustación de su portafolio en otro lugar, que se sentía más íntimo. Nos sentamos alrededor de una mesa pequeña mientras nuestro anfitrión nos servía sus últimas novedades. En el aire flotaba un leve aroma a uvas aplastadas y se escuchaban risas suaves de otro grupo cercano. Los blancos me impresionaron especialmente; el Gewurztraminer tenía una nota floral que perduraba mucho después de cada sorbo. El almuerzo fue en un bistró local (ya tenían la reserva hecha para nosotros) y, sinceramente, sentarse afuera bajo esas grandes sombrillas con una copa de Chardonnay era justo como debería sentirse el verano.
Terminamos en Nichol Vineyard, un verdadero pedazo de la historia de Naramata. Es una de las tres bodegas originales de la zona, y se nota que cuidan cada uva con esmero. El enólogo se acercó para contarnos cómo el suelo rocoso cambia el perfil de sabor año tras año. La última parada fue en una bodega boutique donde probamos algunas botellas que no encontrarás en ningún otro lugar; un Syrah en particular tenía un toque ahumado que nunca había probado antes. Al caer la tarde, las colinas brillaban doradas y costaba despedirse. Si te gusta el vino o simplemente quieres descubrir qué hace especial a Naramata, este tour tiene todo lo mejor.
¡Por supuesto! Solo dinos tus preferencias al reservar y haremos lo posible por organizar paradas alternativas para ti.
Reservamos el almuerzo en un lugar local, pero el costo de la comida no está incluido—puedes pedir lo que más te apetezca.
¡Sí! Los bebés y niños pequeños pueden venir en cochecito o carrito, y contamos con asientos especiales para bebés si los necesitas.
No hay problema. Hay un cargo extra por transporte para recogidas fuera de nuestra zona habitual. Solo pregunta al reservar.
Tu día incluye todas las tarifas de degustación en cinco bodegas seleccionadas, agua embotellada y con gas fría durante el transporte, además de reservas anticipadas para el almuerzo en un excelente restaurante local (el costo del almuerzo no está incluido). Si quieres probar algo aún más especial, hay opciones de degustación mejoradas—¡solo tienes que pedirlo!
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