Recorre las calles históricas del Viejo Montreal con un guía local, disfruta las luces desde Mont Royal y la Torre del Puerto, y da un tranquilo paseo en La Grande Roue. Con traslado incluido, te sumerges en el ritmo nocturno de Montreal — hay algo mágico en verla brillar así.
No esperaba que la ciudad se sintiera tan viva de noche. Nuestro guía, Marc, nos recogió justo en nuestro hotel del centro — tenía esa calidez fácil típica quebequense y una lista de canciones francesas clásicas sonando suave en la van. Recorrimos el Viejo Montreal justo cuando se encendían las farolas, proyectando largas sombras sobre los adoquines. Señaló la Basílica de Notre-Dame — la había visto en fotos, pero en persona brilla de otra manera. Había un aroma a pan recién hecho que venía de algún lado (nunca supe de dónde) y gente riendo en pequeñas cafeterías.
Luego paramos en la Torre del Puerto de Montreal. El ascensor era todo de vidrio — me dio un vuelco el estómago, pero la vista sobre el río San Lorenzo valió la pena. Luces por todos lados, barcos moviéndose como juguetes abajo. Marc nos contó sobre los viejos tiempos del comercio; casi podías imaginarlo si entrecerrabas los ojos a través de los reflejos en el vidrio. Después llegó La Grande Roue de Montréal — la noria más alta de Canadá, según comprobé después. Se mueve tan despacio que olvidas que estás en lo alto hasta que miras abajo y ves los faros serpenteando junto al río.
El aire se puso más fresco cuando subimos al mirador de Mont Royal. Me ajusté la bufanda y me apoyé en la barandilla de piedra — todos guardamos silencio un momento, contemplando esas luces de la ciudad entrelazadas con los árboles. Alguien detrás mío susurró algo en francés que no entendí, pero encajaba perfecto con ese instante. De regreso, Marc nos llevó por el Oratorio de San José, iluminado con colores intensos — un poco surrealista, la verdad. Nos dejaron en el hotel con la sensación de haber descubierto un lado secreto de Montreal que pocos ven cuando cae la noche.
La duración exacta varía según el tráfico y la temporada, pero cuenta con varias horas incluyendo paradas en cada punto.
Sí, el traslado de ida y vuelta desde hoteles del centro de Montreal está incluido.
Sí, el ticket para La Grande Roue de Montréal está dentro del precio del tour.
Sí, el transporte y todos los lugares visitados son accesibles para sillas de ruedas.
Recorrerás el Viejo Montreal, verás la Basílica de Notre-Dame (por fuera), la Torre del Puerto de Montreal, La Grande Roue, el mirador de Mont Royal y el Oratorio de San José (exterior).
Sí, se admiten bebés y niños pequeños; se permiten cochecitos y carriolas.
Es un grupo pequeño, con un máximo de 7 personas por van.
Tu noche incluye traslado de ida y vuelta desde hoteles del centro de Montreal, entrada a la Torre del Puerto y La Grande Roue, un recorrido guiado en auto por el Viejo Montreal y tiempo en el mirador de Mont Royal antes de regresar al hotel.
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