Empezarás el día con recogida en Calgary, Banff o Canmore para luego descubrir el color salvaje del Lago Moraine, caminar por los puentes y senderos del Cañón Johnston y detenerte junto al turquesa Lago Louise. Habrá tiempo para fotos, alguna sorpresa (quizá un alce) y un café en Banff antes de regresar—momentos que se quedan contigo mucho después.
Con las manos bien metidas en los bolsillos de la chaqueta, observaba cómo nuestro guía—creo que se llamaba Jamie—señalaba unas huellas de alce junto a la Bow Valley Parkway. El autobús seguía zumbando detrás de nosotros y alguien abrió la tapa de un termo con un clic. Era temprano, pero no hacía tanto frío como para sentirlo; solo ese olor a pino y tierra que se queda en Banff después de una noche de lluvia. Jamie sonrió cuando intenté (y fallé) pronunciar “Moraine” a la francesa. Me dijo que los locales simplemente lo llaman “el lago”, y la verdad es que le va perfecto: es azul como ningún otro que haya visto.
Salimos de Calgary antes del amanecer, pero cuando llegamos al Lago Louise el cielo ya se había abierto y todo brillaba: el agua tan clara que parecía irreal, las montañas recortadas contra la luz. Había gente dispersa por la orilla—unos haciendo fotos, otros simplemente en silencio. Intenté lanzar una piedra para que saltara, pero fallé y asusté a un pato (perdón, pato). El almuerzo fue por cuenta propia; compré algo rápido cerca del Fairmont Château y lo comí sentado en un banco frío. Nada sofisticado, pero sinceramente perfecto.
El Cañón Johnston era más ruidoso de lo que esperaba—el agua resonando entre esas paredes estrechas. El camino se pone resbaladizo en algunos tramos (¡mejor con crampones si vas en invierno!), pero los puentes te hacen sentir que flotas sobre todo. En un momento, Jamie nos paró para escuchar: solo agua, viento y risas rebotando en la roca. Terminamos en el pueblo de Banff para tomar un café; las piernas me dolían, pero de esa manera buena. Y aún sigo pensando en lo azul que era el Lago Moraine—como si se hubiera quedado grabado en mi mente.
Sí, la recogida está disponible desde Calgary, Canmore o Banff para esta excursión.
El itinerario de verano incluye Lago Moraine, Lago Louise, Cañón Johnston y el pueblo de Banff.
Caminarás por puentes sobre cascadas y entre las paredes estrechas del Cañón Johnston.
Tendrás unos 45 minutos en Banff durante el verano y 2 horas en los itinerarios de invierno.
Sí, se incluyen crampones si vas en invierno, cuando los senderos pueden estar helados.
No, el almuerzo no está incluido; puedes comprar comida cerca del Fairmont Château o en Banff.
Sí; hay asientos especiales para bebés disponibles bajo petición para familias con niños pequeños.
Tu día incluye recogida y regreso desde Calgary, Canmore o Banff, además de un vehículo con aire acondicionado para mayor comodidad entre paradas. En invierno te darán crampones si hace falta para los caminos helados. Todos los impuestos están incluidos—solo trae tus ganas (y quizá un snack para el viaje).
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