Saldrás antes del amanecer desde Siem Reap con recogida en hotel para ver el amanecer en Angkor Wat, acompañado por un guía local que comparte secretos y leyendas. Pasea entre las caras sonrientes de Bayon y las raíces entrelazadas de Ta Prohm, terminando en Banteay Kdei. Momentos de asombro silencioso y risas te esperan — mucho más que un simple tour.
Era demasiado temprano para que mi mente funcionara, pero ahí estábamos, metidos en la furgoneta en Siem Reap, con las ventanas empañadas por el aire acondicionado. Nuestro guía, Dara, repartió botellas de agua fría aunque apenas eran las 5 de la mañana. Bromeó diciendo que ni los camboyanos se acostumbran a estos madrugones turísticos. La taquilla ya estaba llena de gente — yo luchaba con mi tarjeta de crédito intentando no parecer medio dormido en la foto del carnet. Hay un silencio especial al cruzar el puente hacia Angkor Wat en la oscuridad, solo se escuchan las sandalias rozando la piedra y algún “wow” susurrado cuando las torres empiezan a recortarse contra ese cielo azul grisáceo.
No esperaba que el amanecer fuera tan tranquilo — sin multitudes aún, solo nuestro pequeño grupo y algunos monjes con túnicas naranjas que pasaban flotando. Dara nos señaló cómo el reflejo en el estanque encaja perfecto si te colocas en cierto punto (yo nunca lo conseguí). Cuando por fin entramos a Angkor Wat, contó historias de antiguos reyes y señaló tallas que yo habría pasado por alto — una parecía alguien montando un elefante, pero se rió y dijo que en realidad era un dios luchando contra demonios. Las piedras estaban frescas al tacto; todo olía a incienso y a lluvia antigua.
Después fuimos a Bayon, con esas enormes caras serenas que nos miraban desde todos lados. Dara explicó que cada torre representa una provincia — 54 en total — lo que impresiona si piensas en lo antiguo que es todo esto. Paramos a almorzar tras pasar por la Terraza de los Elefantes (el nombre me abrió el apetito, la verdad). Hubo muchas risas cuando alguien del grupo intentó pronunciar “Baphuon” — hasta Dara tuvo que parar para recuperar el aliento de tanto reír.
En Ta Prohm todo se enredó: raíces de árboles por todas partes, apretando las piedras como si abrazaran las ruinas con fuerza. Se sentía húmedo, verde y casi en silencio salvo por los pájaros arriba. En Banteay Kdei ya estaba algo cansado pero con curiosidad; Dara seguía contando pequeñas historias sobre el rey Jayavarman VII construyendo templos para su madre (no sé si es verdad o solo leyenda local). Sigo pensando en esa primera imagen de Angkor Wat reflejada en el estanque — es difícil explicar por qué se queda grabada, pero así es.
El tour comienza con recogida en hotel entre las 4:15 y 4:40 am en Siem Reap.
Sí, la recogida en hotel está incluida desde tu alojamiento en Siem Reap.
Pararás en la taquilla antes de entrar; los pases se compran allí con efectivo o tarjeta.
El grupo máximo es de 13 personas por tour.
Visitarás Angkor Wat, Bayon, Ta Prohm y Banteay Kdei.
No, el almuerzo no está incluido pero hay una parada para comer durante la excursión.
Sí, los niños pueden participar pero deben ir acompañados por un adulto; los bebés van en brazos.
El guía local habla inglés durante todo el recorrido.
Tu día incluye recogida temprano en hotel en Siem Reap, transporte en vehículo con aire acondicionado, agua fría y toallas, y la guía de un experto local en inglés para recorrer Angkor Wat, Bayon, Ta Prohm y Banteay Kdei — con muchas pausas para fotos o simplemente para disfrutar en silencio antes de volver a la ciudad.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?