Tendrás una vista inmejorable de Siem Reap desde 85 metros de altura, con Angkor Wat y la montaña Kulen en el horizonte. El paseo es suave, cómodo y perfecto para familias o para quien quiera descubrir la ciudad más famosa de Camboya desde otra perspectiva.
Lo primero que noté fue el suave zumbido de la Angkor Eye al entrar en la fresca cabina con aire acondicionado. Es casi mágico: un momento estás en una calle polvorienta de Siem Reap esquivando tuk-tuks, y al siguiente ya estás elevándote por encima de todo. El paseo dura unos 18 minutos, justo el tiempo para ver Angkor Wat asomando entre los árboles (queda a unos 4 km, pero si entrecierras los ojos puedes distinguir sus torres) y seguir la curva tranquila del río Siem Reap abajo.
En la entrada, nuestro guía nos dio un consejo: intenta reservar para el atardecer si puedes. La luz se vuelve dorada y suave, y verás a los locales volviendo a casa en sus scooters, con risas que llegan hasta aquí desde lo alto. Si el viento acompaña, hasta podrás oler el maíz asado de algún vendedor callejero cercano. Las cabinas tienen espacio para cuatro personas máximo —acogedoras pero sin agobios— y cuentan con una pequeña repisa para el móvil o la cámara (créeme, querrás hacer fotos). Si llevas maletas, hay un lugar seguro para dejarlas en la oficina de entrada.
Sí, los bebés pueden subir acompañados de un adulto y se permiten cochecitos dentro de la cabina.
No se permite equipaje pesado dentro, pero hay almacenamiento seguro en la oficina de entrada.
Cada cabina tiene espacio cómodo para hasta cuatro personas.
Consulta las condiciones de tu ticket sobre reembolsos antes de reservar.
Tu entrada incluye una vuelta completa de 18 minutos en la noria Angkor Eye. El acceso y el uso de una cabina con aire acondicionado para hasta cuatro personas están incluidos. También hay almacenamiento seguro para equipaje en la entrada si lo necesitas.
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