Pedalea por los caminos verdes de Kampot con un guía local, deteniéndote en pueblos para probar arroz pegajoso y charlar con los vecinos. Aprende a tejer cestas y conoce la vida diaria en el campo camboyano, mientras disfrutas del aire puro y paisajes que no olvidarás.
Ya estábamos un poco sudados cuando nuestro guía, Dara —un estudiante universitario con la sonrisa más amable— nos llamó para acercarnos a las bicicletas. El aire olía a hierba limón y tierra mojada tras la lluvia de la noche anterior. “Vamos despacio”, nos aseguró Dara, y la verdad, me alivió. El camino saliendo de Kampot se volvió rápido y lleno de baches, pero el verde se hacía más intenso a medida que pedaleábamos junto a los arrozales donde los niños nos saludaban y gritaban “¡hola!” como si fuéramos famosos.
En un momento paramos bajo una palmera porque Dara quería mostrarnos cómo se cocina el arroz pegajoso dentro del bambú. Nos dio un trozo, aún caliente, y sabía dulce y ahumado a la vez. Cerca, una mujer tejía cestas; nos dejó intentarlo (yo era un desastre) y se rió con nosotros. Todo el lugar estaba en calma, solo se escuchaba el zumbido de los insectos y el suave sonido de las ruedas de las bicicletas sobre la tierra.
No esperaba aprender tanto sobre el cultivo del arroz ni todo el trabajo que hay detrás de cada comida aquí. Pedaleamos hasta otro pueblo pequeño donde un anciano nos saludaba desde su hamaca, y pude oler el humo de la leña que cruzaba los campos. Al final, las piernas me dolían, pero no podía dejar de sonreír: hay algo especial en descubrir el campo de Kampot en bici que se queda contigo.
Sí, los niños pueden participar si van acompañados de un adulto. Hay asientos para bebés y cochecitos disponibles para los más pequeños.
El paseo suele durar medio día, incluyendo paradas para degustar comida y visitar pueblos.
Usa ropa ligera, protector solar y calzado cerrado. Se proporciona agua, pero puedes llevar snacks extra o un sombrero.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o corazón, debido a los caminos irregulares.
Tu día incluye bicicleta y casco, abundante agua para el camino, además de un guía local amable que te presentará a los vecinos y sus snacks tradicionales antes de regresar juntos al pueblo.
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