Recorrerás los pasillos milenarios de Angkor Wat, te perderás entre las misteriosas caras del Bayon y las raíces entrelazadas de Ta Prohm. Con un guía local que se encarga de todo, incluido el traslado desde el hotel, terminarás el día viendo el atardecer desde la cima de Phnom Bakheng. Prepárate para sudar, reír y vivir momentos que querrás guardar para siempre tras dejar Siem Reap.
“¿Ves esa cara? Dicen que siempre está vigilando”, nos sonrió nuestro guía Chenda mientras estábamos frente al Bayon, entrecerrando los ojos para contemplar esas enormes sonrisas de piedra. Ya había sudado toda la camisa (la temporada seca en Camboya no es broma), pero la energía de Angkor Thom me mantenía en movimiento. Empezamos temprano: Chenda nos esperaba en el lobby del hotel, aún medio dormidos, y partimos a recoger nuestros pases para los templos. La primera vista de Angkor Wat a través de la neblina parecía casi irreal; monjes con túnicas naranjas pasaban flotando mientras los tuk-tuks retumbaban detrás. Recuerdo el aroma a incienso y piedra antigua, dulce y polvoriento a la vez.
Después tocó Ta Prohm, y sí, todos hablan de las raíces, pero ver cómo se enredan sobre los muros es otra historia. Chenda nos contó que los locales lo llaman el “templo de la jungla” mucho antes de que Tomb Raider lo hiciera famoso. Intenté pronunciar su nombre en jemer y lo hice tan mal que hasta él se rió (todavía no sé qué dije realmente). Almorzamos justo afuera, nada sofisticado, pero el agua fría nunca supo tan bien. Luego, Ta Nei estaba casi vacío, solo el zumbido de las cigarras y un cuidador barriendo hojas; un respiro tranquilo antes de volver a la multitud.
La tarde fue para perderse en el laberinto de Angkor Thom: la Puerta de la Victoria, esas interminables tallas de elefantes en la terraza (perdí la cuenta), y luego subir los empinados escalones del Baphuon con las piernas temblando. Chenda señaló detalles que habría pasado por alto: tallas desvanecidas, un Buda oculto tras un muro derruido. Ya casi al atardecer, empezamos la subida a Phnom Bakheng para ver la puesta de sol. Es una caminata exigente —mis piernas protestaban— pero encontrar un lugar en la cima mientras todo se bañaba en dorado valió cada paso. Se crea un silencio especial entre todos los que esperan el atardecer; hasta los turistas más charlatanes callan por un momento.
De vez en cuando pienso en esa vista: los templos abajo volviéndose suaves y rosados mientras el crepúsculo cubría Siem Reap. Bajamos despacio en la oscuridad, cansados pero con una energía extra de todo lo vivido. Y Chenda nos dejó en el hotel con una última sonrisa y una toalla fría (que básicamente me puse en la cara). Así que sí, si estás pensando en un tour de un día por Angkor Wat desde Siem Reap… no te pierdas el atardecer.
El tour dura entre 8 y 10 horas, incluyendo la recogida, visitas a templos, pausa para almorzar y el atardecer en Phnom Bakheng antes de volver al hotel.
Sí, el transporte con aire acondicionado incluye recogida y regreso a tu hotel o guesthouse en Siem Reap.
Visitarás Angkor Wat, Ta Prohm, Ta Nei, Bayon, Baphuon, Phimeanakas (Recinto Real), Terraza de los Elefantes y Rey Leproso, además de Phnom Bakheng para el atardecer.
No te preocupes, el guía te ayudará a comprar el pase en la mañana camino al parque de Angkor.
El almuerzo no está incluido, pero hay tiempo para comer en un restaurante local cerca de Ta Prohm; los platos cuestan desde 5 USD.
La subida es cuesta arriba pero accesible para la mayoría; si prefieres ir despacio o necesitas descansar, toma más tiempo.
Sí, todos los guías están certificados y hablan inglés con fluidez durante todo el tour.
Lleva protección solar (sombrero/crema), calzado cómodo para caminar y subir templos, efectivo para almuerzo y pase, y quizás repelente de insectos.
Tu día incluye recogida y regreso a tu hotel en Siem Reap en vehículo con aire acondicionado, con un guía certificado y de habla inglesa que te acompaña en todo momento; durante el recorrido recibirás agua fría y toallas húmedas para mantenerte fresco entre templos. Recuerda que el almuerzo no está incluido, pero hay tiempo para comer cerca antes de continuar.
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