Aprenderás a bucear en Sal con un instructor PADI paciente, empezando en aguas poco profundas y seguras, para luego hacer tu primera inmersión real en el océano desde un barco. La recogida en hotel facilita todo, el equipo está incluido, solo trae tus nervios y curiosidad. No es solo ver peces, es sentir ese extraño silencio bajo el agua.
Con las manos un poco temblorosas, luchaba por cerrar la cremallera del traje de neopreno cuando nuestro instructor, João, sonrió y me echó una mano. Ya había bromeado sobre mis “piernas de tierra” mientras nos reuníamos en Bikini Beach, en Sal. El aire salado era denso y cálido, pegajoso en la cara, y se escuchaba un suave zumbido de los barcos pesqueros que se mecían cerca de la costa. Empezamos con algo de teoría (no tan aburrida como parece), sentados a la sombra mientras João nos explicaba cómo respirar bajo el agua y qué no hacer para cuidar nuestros oídos. No podía dejar de mirar la piscina, mitad emocionado, mitad nervioso.
La sesión en la piscina se sintió rara al principio: respirar con un regulador no tiene nada que ver con hacer snorkel. João nos observaba atento, asintiendo cada vez que hacíamos algo bien. Tenía esa paciencia para repetir las cosas sin que te sintieras tonto. Cuando finalmente me sumergí y exhalé, las burbujas subieron por mi máscara y todo quedó en silencio, salvo mi propia respiración. Ese silencio bajo el agua fue algo que no esperaba, y a veces lo recuerdo cuando estoy en casa y todo es ruido.
Después de almorzar (algo sencillo, un bocadillo de la tienda de enfrente), nos subimos a la furgoneta para ir al barco. Había una brisa en el mar que me hizo desear haber llevado una capa extra; supongo que subestimé el viento atlántico en Cabo Verde. El buceo duró unos 40 minutos; João preguntaba “¿OK?” cada pocos minutos y señalaba pequeños peces que se movían entre las rocas como si fueran los dueños del lugar. Mi máscara se empañó una vez porque sonreí demasiado cuando un pez globo pasó flotando (parece que es normal). Al salir, mis piernas estaban temblorosas pero bien, como si hubiera hecho algo totalmente nuevo.
Sí, no necesitas experiencia previa, solo saber nadar y estar en buena salud.
El programa va de 8:30 a.m. hasta alrededor de las 5 p.m., incluyendo práctica en piscina y buceo en el océano por la tarde.
Debes tener al menos 10 años para participar.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos.
No, no se requiere ni se entrega certificación; es solo una experiencia introductoria.
Sí, todo el equipo necesario está incluido en el precio.
Sí, un instructor certificado PADI supervisa todo el día.
Niños de 10 años en adelante pueden participar si van acompañados por un adulto.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en cualquier punto de Sal, uso completo del equipo profesional de buceo (máscara, aletas, traje, regulador), y la enseñanza de un instructor PADI certificado tanto en la piscina de Bikini Beach o zona de mar poco profunda como durante la inmersión en barco por la tarde. Todo está organizado para que solo te preocupes por disfrutar y descubrir algo nuevo.
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