Recorrerás el Museo de las Ilusiones de Sofía con entrada instantánea en tu móvil, entrando a salas que cambian tu percepción del espacio y sacan más de una sonrisa. El personal está siempre cerca para ayudarte o darte consejos para fotos, y en cada rincón hay algo divertido o ingenioso. Saldrás viendo las cosas, y quizá a ti mismo, un poco diferente.
Entramos por las puertas de cristal justo desde la calle Ekzarh Yosif y fue como caer en una Sofía paralela — donde nada encaja como esperas. Lo primero que noté fue un leve aroma a limón (¿quizá el spray de limpieza?) mezclado con un olor plástico de las exhibiciones. Las entradas las tenía en el móvil, así que evitamos la fila — lo cual se agradeció porque había varias familias con cochecitos esperando. Un empleado nos sonrió y nos hizo señas para pasar, diciendo algo en búlgaro que no entendí (solo asentí y crucé los dedos).
El Museo de las Ilusiones es más grande de lo que parece desde afuera — 400 metros cuadrados llenos de cosas que te juegan con la cabeza. Hay una sala donde de repente pareces diminuto al lado de tu amigo, y otra donde el suelo se inclina tanto que casi pierdo el equilibrio (Li se rió de mí, pero luego casi se cae ella también). Los niños corrían por todos lados, chillando con los espejos y apretando botones. Nuestro guía local no era oficial, solo un chico del staff llamado Petar que se acercó cuando nos vio luchando para sacar una foto en la sala al revés. Nos enseñó a colocar el móvil para que pareciera que estábamos parados en el techo. Sigo pensando en esa foto.
No esperaba aprender nada, pero terminé leyendo cada cartel sobre la percepción y cómo nuestro cerebro se engaña con la luz o el color. Es raro, pero satisfactorio darte cuenta de que te han engañado con algo tan simple. En un momento había una pared con discos giratorios — mirarlos me mareó, pero también me hizo feliz, ¿será cosa mía? En fin, aquí puedes pasar fácilmente una o dos horas, sobre todo si te gusta hacer fotos divertidas o vas con niños.
Sí, es para todas las edades y muchas familias visitan con niños.
No, la reserva móvil instantánea permite entrar sin imprimir nada.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
El museo ocupa 400 metros cuadrados de exhibiciones.
Sí, el personal amable siempre está listo para guiar o asistir a los visitantes.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden usar cochecitos dentro del museo.
Sí, hay opciones de transporte público muy cerca del museo.
Tu visita incluye la entrada a todas las exhibiciones interactivas del Museo de las Ilusiones en Sofía; entrada móvil instantánea sin necesidad de imprimir; personal siempre disponible para ayudarte o con fotos; accesibilidad para sillas de ruedas para que todos puedan disfrutar cómodamente.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?