Subirás a moto-taxis con guías nacidos en Rocinha, caminarás por bécos llenos de vida, visitarás una casa en la ladera con vistas increíbles y conocerás proyectos comunitarios como la Capoeira. Risas, historias sinceras y momentos que te acompañarán mucho después de irte.
“Agárrate fuerte,” me dijo Henrique sonriendo justo antes de subirnos a la moto-taxi al pie de Rocinha. El viento me azotaba las orejas mientras zigzagueábamos por esas calles empinadas—la verdad, estaba más nervioso de lo que esperaba, pero Henrique solo se reía y gritaba algo a Pablo que venía atrás. La ciudad allá abajo ya parecía un mundo lejano. Cuando paramos arriba para esa primera vista, no era solo el paisaje—había olor a cebolla frita que venía de algún lado y niños gritando en portugués por los callejones. Se sentía viva, de una forma que no había imaginado.
Pablo creció aquí y parecía conocer a todo el mundo—cada pocos pasos saludaba con un gesto o una sonrisa mientras caminábamos por los bécos (esas callejuelas estrechas y serpenteantes). Nos señalaba murales y contaba que su tía todavía vive a dos puertas de donde nació. La ropa colgada ondeaba sobre nuestras cabezas, la música salía de ventanas abiertas, y en un momento un perro pasó trotando con medio sándwich en la boca. Paramos en una casita en la ladera; intenté decir “obrigado” bien y me gastaron por el acento. La vista desde ese balcón—todavía recuerdo ese mosaico de techos y antenas bajo el sol de la tarde.
Más tarde visitamos un proyecto de Capoeira escondido detrás de una tienda de la esquina. El ritmo de las palmas resonaba en las paredes mientras alguien nos explicaba que no es solo baile ni pelea—es historia viva aquí. No esperaba sentirme tan bienvenido. La gente sonreía fácil, aunque mi portugués fallara por completo. Hubo sorpresas—un atajo por el patio de alguien, Pablo contándonos sobre su panadería favorita (que olía increíble pero ese día estaba cerrada), pequeños detalles que hicieron que todo pareciera menos un tour y más como ser parte de algo real.
El tour es seguro porque siempre estarás acompañado por guías locales con experiencia que conocen bien Rocinha.
Subirás en moto-taxis hasta los miradores y luego recorrerás las calles estrechas (bécos) a pie con tu guía.
Los guías son locales nacidos en Rocinha—Pablo y Henrique comparten sus historias personales durante el paseo.
Visitarás casas con vistas panorámicas, explorarás callejones, verás murales, conocerás a vecinos y descubrirás proyectos culturales como la Capoeira.
Sí, incluye transporte privado junto con tu guía personal durante toda la experiencia.
Se recomienda tener un estado físico moderado porque caminarás por caminos empinados o irregulares.
Sí, los animales de servicio pueden acompañarte en esta experiencia.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de Rocinha.
Tu día incluye transporte privado a Rocinha donde conocerás a tu guía local, subirás en moto-taxis hasta miradores panorámicos, caminarás por los estrechos bécos de la favela más grande de Latinoamérica, visitarás una casa típica en la ladera con vistas a la ciudad y aprenderás sobre proyectos sociales como la Capoeira antes de regresar juntos.
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