Evita las filas para subir en el teleférico del Pan de Azúcar en Río, deslízate sobre Urca y Copacabana con vistas que se extienden por kilómetros. Pasa todo el tiempo que quieras en ambas paradas—sin prisas—y siente esa mezcla de brisa marina y energía samba en el aire. Es relajado pero inolvidable.
Lo primero que me llamó la atención fue cómo la luz se reflejaba en la Bahía de Guanabara — algo difusa pero al mismo tiempo nítida. Apenas mostramos nuestro ticket sin colas en el Pan de Azúcar, un guía nos hizo pasar por delante de una fila larguísima (confieso que me sentí un poco culpable). Las puertas del teleférico se abrieron con un sonido metálico y de repente estábamos flotando sobre Urca. Cerca, alguien escuchaba samba en sus auriculares, un detalle muy típico de Río. El trayecto duró solo unos minutos, pero no podía despegar la cara del cristal como un niño — Copacabana a un lado, esas colinas verdes impresionantes al otro.
En Morro da Urca, la gente se movía tomando selfies o simplemente contemplando la ciudad. Había una pareja mayor a nuestro lado que señalaba su edificio en algún lugar abajo — decían que desde aquí siempre se veía pequeñito. El segundo teleférico hasta la cima era aún más empinado. Me sudaban las manos (no lo voy a negar), pero al salir arriba nos recibió una brisa fresca con mezcla de aire marino y aromas de comida callejera que subían desde Botafogo. Intenté ver el Cristo Redentor entre las nubes — no lo logré hasta más tarde. Puedes quedarte arriba todo el tiempo que quieras; nosotros nos quedamos un buen rato porque el momento lo pedía.
No esperaba que se pusiera tan tranquilo al alejarte de la multitud — solo el viento y sonidos lejanos de la ciudad. Un vendedor local nos ofreció agua de coco, y Li se rió cuando intenté dar las gracias en portugués (seguro lo dije mal). Todo fue a la vez enorme y sorprendentemente íntimo. Hasta ahora, cada vez que veo fotos de Río, me acuerdo de esa vista — es diferente cuando la has vivido en persona, ¿sabes?
Cada tramo dura unos tres minutos—primero hasta Morro da Urca, luego otros tres minutos hasta la cima.
Sí, tu ticket es válido para cualquier horario de salida el día que elijas.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
Sí, los bebés pueden ir en cochecito o sentados en el regazo de un adulto.
Se requiere una identificación o pasaporte válido al momento del check-in.
Los teleféricos salen cada 20 minutos desde la mañana hasta la noche.
Sí, hay opciones de transporte público muy cerca.
Tu día incluye acceso sin colas para ambos tramos del teleférico del Pan de Azúcar, con todas las tasas y impuestos incluidos—solo muestra tu ID o pasaporte válido al hacer check-in y disfruta todo el tiempo que quieras en cada parada antes de regresar cuando prefieras.
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