Recorrerás la selva de Tijuca hasta el Cristo Redentor, disfrutarás las vistas desde el Pan de Azúcar en teleférico, pasearás por los mosaicos de las Escaleras Selarón y harás paradas en el estadio Maracaná y la catedral de Río, todo con guía local y almuerzo en Copacabana incluido. Momentos llenos de vida y otros de calma que te acompañarán mucho después.
No esperaba sentirme tan pequeño parado bajo el Cristo Redentor. El viaje en van por la selva de Tijuca ya era toda una experiencia: las ventanas se empañaban un poco por el aire de la mañana y nuestro guía, Paulo, no paraba de señalar árboles que jamás había escuchado nombrar (la mayoría se me olvidó al instante). Cuando finalmente bajamos en la cima, se hizo un silencio especial, a pesar de la gente. La ciudad se extendía a nuestros pies, con nubes que iban y venían. Intenté sacar una foto, pero la verdad es que ninguna imagen capturó lo que se siente estar ahí arriba.
La excursión desde Copacabana fue rápida pero sin prisas. Luego llegó el Pan de Azúcar: Paulo bromeó sobre el vértigo mientras nos apretujábamos en el teleférico (me guiñó un ojo cuando me temblaron las rodillas). Arriba, se siente la brisa salada de la bahía de Guanabara y las gaviotas que parecen demasiado atrevidas. Vi a dos niños persiguiéndose cerca de la barandilla mientras su papá intentaba que posaran para una foto. Me sacó una sonrisa, parecía que todos estábamos un poco más livianos allá arriba.
Paramos para fotos fuera del estadio Maracaná y luego seguimos hacia el Sambódromo. No me había dado cuenta de lo enorme que es hasta estar ahí mismo; Paulo nos contó historias del Carnaval que me hicieron desear verlo en vivo algún día. En las Escaleras Selarón me perdí entre esos colores y azulejos de todo el mundo; un tipo tocaba la guitarra cerca y cantaba suave en portugués. El almuerzo fue un buffet en Copacabana: arroz, frijoles, pollo a la parrilla, y probablemente comí de más porque todo sabía mejor después de caminar toda la mañana.
La última parada fue la Catedral de Río, un edificio raro y hermoso por dentro, con piedra fría y vidrios de colores. Me senté un momento solo para escuchar los ecos mientras Paulo charlaba con alguien en la puerta. Para entonces mis pies dolían, pero no me importaba; tenía la cabeza llena de cosas nuevas. Aún ahora, a veces recuerdo esa vista desde el Pan de Azúcar o lo tranquilo que se sentía dentro de la catedral; se queda contigo más tiempo del que imaginas.
El tour dura todo el día con varias paradas, incluyendo Cristo Redentor y Pan de Azúcar.
Sí, el almuerzo está incluido en un restaurante buffet en Copacabana (bebidas y postres no incluidos).
No, solo se visita el exterior del estadio Maracaná para tomar fotos.
Sí, las entradas para Cristo Redentor y Pan de Azúcar están incluidas.
El tour incluye recogida; consulta los detalles al reservar para ubicaciones específicas.
Tendrás unos 20 minutos libres para fotos en las Escaleras Selarón.
Sí, los bebés pueden participar; se permiten cochecitos y deben ir en el regazo de un adulto.
Se visitan Cristo Redentor, Pan de Azúcar, Escaleras Selarón, estadio Maracaná (exterior), Sambódromo, Catedral de Río y Copacabana.
Tu día incluye recogida en vehículo con aire acondicionado desde puntos céntricos de Río de Janeiro, entradas para Cristo Redentor y Pan de Azúcar (con teleférico), paradas guiadas en sitios principales como Escaleras Selarón y exterior del estadio Maracaná, además de un almuerzo buffet en Copacabana antes de regresar a última hora de la tarde o temprano en la noche.
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