Cruza el río Caraíva en canoa con tu guía local antes de pasear descalzo por calles de arena rodeadas de casas coloridas. Nada en la laguna de agua dulce de Praia do Satu o simplemente escucha el viento entre las palmas. Prueba mariscos frescos en un restaurante del pueblo y déjate llevar por el ritmo tranquilo de Bahia — una experiencia que te quedará grabada mucho después de irte.
Confieso que casi me echo atrás cuando vi la canoa diminuta que nos esperaba para cruzar el río Caraíva. El agua parecía tranquila, pero había una brisa salada mezclada con el dulce aroma de la tierra mojada que me hizo dudar. Nuestro guía, João, solo sonrió y dijo: “No te preocupes, nadie se ha caído todavía.” Seguro que lo había dicho mil veces, pero funcionó. Todos nos subimos, nos quitamos los zapatos y los dedos se agarraron a la madera. Ese primer desliz sobre el agua —silencioso salvo por los remos y alguna risa lejana— se sintió como dejar algo atrás.
La caminata hasta Praia do Satu fue más larga de lo que esperaba (quizá unos 30 minutos), pero la verdad no me importó. Sobre nosotros, acantilados con vetas rojas y doradas, y parches de bosque atlántico que olían intenso tras la lluvia de la noche anterior. João nos señaló árboles de marañón silvestre —nunca había visto uno— y nos contó que el pueblo Pataxó todavía recoge frutos aquí de vez en cuando. En un momento paramos junto a una laguna de agua dulce donde la arena estaba fresca bajo los pies. Probé flotar un rato; no se oía nada más que el viento entre las palmas.
Caraíva en sí es… bueno, es difícil explicarlo sin sonar cursi. Las calles son solo arena, no hay coches por ningún lado, así que todos caminan descalzos o pasan en bicicleta despacio. Los niños jugaban a las canicas frente a casas pintadas de todos los colores que puedas imaginar —turquesa, amarillo, rosa—. Almorzamos pescado a la parrilla en un lugar pequeño que conocía João; él pidió por nosotros en portugués y se rió cuando intenté decir “moqueca” (lo pronuncié fatal). La música está en todas partes también —no alta, solo sonando desde ventanas abiertas o alguien tocando guitarra a la orilla del río.
Sigo pensando en esa sensación al volver hacia el río, cuando la luz de la tarde doraba todo. No fue nada espectacular —solo tranquilo, cálido y de alguna forma familiar, aunque nunca había estado allí antes. Si buscas un momento grandioso y llamativo, quizá esto no sea para ti. Pero si quieres sentir que realmente tocaste Bahia por un día… sí.
El tour incluye transporte privado desde Porto Seguro hasta Caraíva, con el tiempo de viaje ya incluido en la duración total.
Sí, cruzarás el río Caraíva en canoa como parte de la visita al pueblo de Caraíva.
Praia do Satu está rodeada de bosque atlántico y acantilados, con una tranquila laguna de agua dulce cerca.
No, en Caraíva no hay coches; los visitantes caminan por calles de arena o usan bicicletas.
No se menciona que el almuerzo esté incluido; sin embargo, hay opciones para probar mariscos locales durante la visita.
Sí, los bebés pueden ir en cochecito o carriola y se permiten animales de servicio; los bebés deben ir sentados en el regazo de un adulto durante el transporte.
Sí, se incluyen fotos y videos como parte de la experiencia para que revivas esos momentos en Bahia después.
Un guía local te acompaña durante toda la visita a ambos destinos.
Tu día incluye transporte privado con aire acondicionado desde Porto Seguro, todos los cruces en canoa guiados por un experto local, además de fotos y videos capturados en el camino para que revivas esos momentos en Bahia cuando quieras.
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