Recorre el Parque Estatal de Ilhabela en jeep con un guía local, para a nadar en cascadas y disfruta de vistas panorámicas desde un mirador en la montaña antes de relajarte en Playa Castelhanos. Aire puro de selva, historias del conductor, tiempo para almorzar junto al mar y quizás unos zapatos embarrados como recuerdo.
Lo primero que recuerdo es la sonrisa de nuestro conductor, Paulo, cuando pasamos el primer bache saliendo de la carretera principal de Ilhabela. “Ahora sí van a sentir la isla”, dijo. Yo estaba sentado entre dos nuevos amigos en la parte trasera de un jeep abierto, con el viento lleno de ese aroma verde que solo se siente en la selva atlántica. Apenas habíamos empezado y mis zapatos ya estaban llenos de polvo — pero no me quejaba, era justo lo que esperaba para un día adentrándonos en el Parque Estatal de Ilhabela.
El camino a Playa Castelhanos no es corto — unos 22 km de subidas y bajadas entre un bosque denso. Paulo paraba de vez en cuando para que estiráramos las piernas o nos refrescáramos en alguna cascada (todavía recuerdo ese primer choque de agua fría en el cuello). Nos señalaba pájaros que nunca habría notado, todos con colores brillantes y cantos extraños. En un momento intentó enseñarnos el nombre de un árbol en portugués — seguro lo dije mal, pero se rió igual.
Al subir al mirador a 700 metros, todo se quedó en silencio por un instante, solo se oían las cigarras zumbando sin parar. La vista se abrió frente a nosotros: Playa Castelhanos curvándose a lo lejos, sin casi gente, a pesar de ser la más grande de Ilhabela. El sol pegaba fuerte pero sin mucho viento — ideal para sacar fotos si te gusta (yo sí, aunque más que nada quería sentarme y quedarme mirando).
El almuerzo fue por nuestra cuenta una vez que llegamos a Castelhanos — hay varios lugares junto a la arena donde puedes comer algo fresco y salado. Algunos aprovecharon para dormir o nadar; yo caminé por la orilla hasta que se me entumecieron los pies. De regreso, Paulo nos dejó subir al asiento delantero un rato, y ahí me di cuenta del trabajo que lleva manejar esos jeeps viejos entre raíces y piedras. Así que sí, si buscas una excursión desde Ilhabela que sea más que solo estar en la playa, este tour en jeep te queda grabado.
El tour sale a las 10:00 y regresa alrededor de las 18:00 — unas 8 horas en total.
Sí, hay paradas para fotos y baños en dos cascadas dentro del Parque Estatal de Ilhabela.
No, el almuerzo no está incluido pero hay buenas opciones para comer en Playa Castelhanos.
El recorrido sube hasta los 700 metros de altura en un mirador con vistas a Playa Castelhanos.
El tour incluye transporte ida y vuelta pero no especifica recogida en hotel; consulta con el proveedor.
No se recomienda para personas con lesiones en la columna, embarazadas o con problemas cardiovasculares, pero es adecuado para la mayoría de niveles físicos.
Tu día incluye transporte ida y vuelta por el Parque Estatal de Ilhabela en un jeep abierto con guía local que explica cada parada; tiempo para fotos y baño en dos cascadas; además de horas libres para comer o descansar en Playa Castelhanos antes de regresar por la tarde.
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