Deja atrás Fortaleza y adéntrate en las dunas salvajes y cielos llenos de cometas de Cumbuco. Nada en un mar cálido, observa a los locales con sus balsas, disfruta pescado fresco con los pies en la arena y refréscate en la Lagoa de Parnamirim antes de volver relajado y con la piel dorada.
No esperaba que el viento soplara tan constante en Cumbuco, parecía que nunca dejaba de mover todo a su paso. Salimos de Fortaleza en una van con aire acondicionado (menos mal, porque el sol ya pegaba fuerte) y nuestra guía, Renata, no paraba de señalar esos grupos de cocoteros en el camino. Nos contó que antes esto era solo un pueblo de pescadores hasta que llegaron los kitesurfistas. Ya podía oler la sal y el protector solar antes de acercarnos a la playa.
Cuando finalmente pisamos la arena, nos rodeaban enormes dunas blancas, no lisas, sino talladas en formas extrañas por el viento. Renata llamó a una “el embudo”, pero yo estaba más distraído con mis chanclas hundiéndose en la arena. El mar estaba cálido y tranquilo, ideal para meterse aunque no seas buen nadador. Algunas familias chapoteaban mientras otras miraban los cometas de colores bailando contra ese cielo azul intenso. Intenté sacar una foto, pero no logró captar lo brillante que se sentía todo.
El almuerzo fue en un restaurante de madera justo a la orilla: pescado a la parrilla con un sabor casi dulce, seguro recién pescado esa mañana. Cerca, un hombre mayor con manos curtidas arreglaba su balsa; asintió cuando le pregunté por la pesca, pero solo sonrió. Después de comer, fuimos a la Lagoa de Parnamirim. El agua era tan clara que podías ver tus dedos y los niños se deslizaban por una duna directo a la laguna, gritando de alegría. A veces todavía recuerdo ese sonido, pura felicidad veraniega o algo parecido.
La playa de Cumbuco queda a unos 37 km de Fortaleza.
El tour incluye una parada en un restaurante frente al mar donde puedes pedir platos típicos de pescado y mariscos.
Sí, la playa de Cumbuco es apta para todas las edades, con aguas tranquilas y dunas divertidas para los niños.
Todos los espacios y superficies del tour son accesibles para sillas de ruedas.
Harás una parada en un restaurante donde puedes comprar comida y bebida; lleva algo de efectivo por si acaso.
La Lagoa de Parnamirim es una laguna de agua dulce y cristalina cerca de la playa de Cumbuco, ideal para nadar o relajarse.
Tu día incluye traslado desde Fortaleza en vehículo con aire acondicionado y guía local acreditada; todas las áreas son accesibles para sillas de ruedas o cochecitos. Tendrás tiempo para nadar en la playa de Cumbuco, visitar la Lagoa de Parnamirim y disfrutar de un almuerzo frente al mar antes de regresar cómodo.
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