Recorrerás el Museo de Arte Indígena de Curitiba con acceso a las exposiciones, guiado por locales que comparten las historias detrás de cada máscara o canasto de plumas. Prepárate para sorpresas sensoriales: música suave, sabores terrosos e incluso aromas sutiles que acompañan tu recorrido. No es solo ver artefactos, es conectar con vidas que nunca viviste.
Salimos de la calle en Curitiba y entramos directo a otro mundo en el Museo de Arte Indígena. Aún escuchaba el ruido del tráfico afuera, pero adentro todo era luz suave y un leve aroma a humo de leña — o tal vez solo era mi imaginación. Nuestra guía, Mariana, nos recibió con una calidez natural, como si realmente quisiera saber qué nos trajo hasta allí. Nos contó sobre Julianna Rocha Podolan Martins, quien empezó a coleccionar estas piezas en los 90. Me gustó eso — se sentía la pasión detrás de cada máscara y tocado de plumas.
La primera sala estaba llena de arte en plumas, con rojos intensos y azules profundos que atrapaban la luz. Quise tocar (pero no lo hice — Mariana me lanzó una mirada) y traté de imaginar las manos que las crearon. Había bancos tallados con formas de animales y canastos tan bien tejidos que parecían impermeables. En un momento, pusieron música indígena — flautas, voces, algo que sonaba a lluvia de fondo — y me sacó de mí mismo por un instante. No esperaba emocionarme tanto con una entrada para un museo en Curitiba, pero así fue.
Probamos algo con sabor fuerte y terroso (creo que era un snack de raíz) en la sección de “paladar” — Li se rió cuando intenté decir su nombre en tupí-guaraní; seguro lo arruiné por completo. Había máscaras rituales con cabello salvaje y caras pintadas que nos miraban desde detrás del vidrio. Todo el lugar vibraba con historias — no solo objetos en exhibición, sino fragmentos de vida cotidiana y rituales entrelazados. La verdad, me fui pensando en todo lo que se pierde cuando pasamos de largo por sitios así.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
La visita incluye mediación de guías locales que comparten el contexto cultural.
Sí, pueden asistir bebés y niños pequeños; se aceptan cochecitos y carriolas.
Tu boleto incluye acceso a todas las salas de exposición con arte indígena.
Sí, hay opciones de transporte público cercanas.
Los animales de servicio están permitidos dentro del museo.
La experiencia puede incluir degustación de sabores tradicionales indígenas como parte del recorrido sensorial.
La visita es inmersiva; la mayoría de los visitantes pasan entre 1 y 2 horas explorando.
Tu día incluye acceso completo a todas las salas del Museo de Arte Indígena de Curitiba, donde encontrarás arte en plumas, cerámica, canastos, instrumentos musicales, máscaras rituales, bancos, adornos y objetos de uso cotidiano—además de experiencias sensoriales con sonidos y sabores locales durante el recorrido.
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