Vas a cruzar ríos, caminar bajo árboles altos y terminar con un baño en pozas cristalinas del cañón. Si buscas conectar de verdad con la naturaleza y escuchar historias locales, esta caminata guiada es para ti.
Lo primero que me sorprendió fue el aire fresco al pisar el Sendero Malacara. Justo en la entrada, las paredes del cañón se alzaban imponentes sobre nosotros; de verdad, no puedes evitar detenerte para sacar una foto. Nuestro guía, Rafael, nos reunió para explicar cómo caminar con seguridad y por qué es tan importante seguir los caminos marcados. Tenía esa habilidad de tranquilizar a todos, incluso a quienes parecían un poco nerviosos por los cruces de río.
Seguimos el sendero junto al río Malacara, con los zapatos crujiendo sobre las piedras. El bosque aquí huele a fresco, como hojas mojadas después de la lluvia. Rafael señaló una mariposa azul brillante (la llamó “borboleta azul”) que revoloteaba cerca de un jengibre silvestre. Después del primer cruce del río —el agua estaba fría pero soportable— paramos de nuevo. Esta vez, Rafael recogió una piedra lisa y explicó cómo se formaron estos cañones durante miles de años. Se escuchaban los cantos de los pájaros arriba, y de vez en cuando una brisa soltaba gotas de las hojas.
A mitad del camino hay un lugar donde brotan manantiales directamente del suelo. Todos llenamos nuestras botellas con el agua más fría que he probado en mucho tiempo. El último tramo es algo rocoso, pero vale la pena. De repente, llegas a unas pozas naturales al final del cañón. Algunos se lanzaron de inmediato; yo metí los pies primero (está más frío de lo que imaginas). Tuvimos tiempo para un snack, fotos y simplemente recostarnos escuchando cómo el agua resonaba en las paredes del cañón. En el regreso, noté que todos estaban en silencio, disfrutando cada momento.
El sendero tiene zonas rocosas y cruces de río. Si tienes una condición física media y estás cómodo caminando unas horas, lo harás bien. Nuestro guía ayudó en las partes más complicadas.
Los niños son bienvenidos si están acostumbrados a caminar al aire libre. Los bebés deben ir en el regazo de un adulto durante el transporte. No es recomendable para personas con problemas de espalda o corazón.
Usa ropa cómoda y zapatos que puedan mojarse. Lleva un snack, botella de agua (puedes rellenarla en los manantiales), protector solar y quizás cámara o móvil para fotos.
Incluye transporte en vehículo con aire acondicionado, además de protectores para las espinillas y bastones para mayor comodidad. Nuestros guías conocen el área a fondo y se aseguran de que todos se sientan seguros y acompañados.
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