Sentirás la brisa marina en Águas Belas, te sumergirás en sus piscinas naturales, verás a las rendeiras tejiendo encajes y probarás jugo fresco de caña en un engenho. Con transporte fácil desde Fortaleza y guías amables, es un plan para disfrutar sin prisas de lo simple y auténtico.
Salimos de Fortaleza en una van justo después del amanecer — las ventanas empañadas por el aire acondicionado, todos aún un poco dormidos. La carretera seguía la costa un buen tramo, con destellos del mar turquesa entre las palmeras. Nuestra guía, Ana, señalaba pequeños pueblos de pescadores mientras pasábamos. Yo seguía oliendo la mezcla de sal y protector solar que alguien llevaba en su bolso (esta vez no era mío). Cuando finalmente pisamos la playa de Águas Belas, la arena estaba fresca bajo los pies y reinaba un silencio especial — solo el sonido de las olas y algunos niños persiguiendo un cangrejo cerca de las piscinas naturales.
No esperaba que esas piscinas naturales me atraparan tanto. Se forman cuando la marea baja, dejando charcos transparentes donde pequeños peces nadan alrededor de tus tobillos. Ana se rió cuando dudé en meter el pie — resulta que el agua está más cálida de lo que parece. Algunos se animaron a un paseo opcional en buggy por la orilla (parecía movido pero divertido), pero yo preferí caminar despacio, con los dedos en el agua, viendo a los locales montar sombrillas con movimientos expertos de muñeca.
Después fuimos al Centro de las Rendeiras en el centro. No es nada lujoso — solo unas salas abiertas donde mujeres tejen encajes sentadas en mesas bajas. El sonido de los carretes era sorprendentemente relajante. Una mujer me mostró cómo remata sus patrones; mis dedos no daban pie con bola y ella sonreía como si lo hubiera visto mil veces. Nos esperaba un jugo de caña dulce en el Engenho de Cana cercano — frío y con un sabor fresco, casi como beber la primavera en un vaso. Nos quedamos más tiempo del planeado porque nadie quería volver al bus todavía.
De regreso a Fortaleza, miraba cómo la luz del sol se colaba por las ventanas y pensaba en esos momentos tranquilos junto al mar. Aquí no hay grandes espectáculos — solo pequeños detalles que se quedan contigo mucho después de sacudir la arena.
No, el punto de salida es solo desde la costa de Fortaleza, no hay recogida en hoteles.
El tour se realiza los martes, jueves y sábados.
Sí, tanto el transporte como las actividades están adaptadas para sillas de ruedas.
Se viaja en van, microbús o autobús con aire acondicionado, según el tamaño del grupo.
Sí, los bebés pueden participar pero deben ir en el regazo de un adulto durante el transporte.
Sí, hay paseos en buggy por la playa de Águas Belas disponibles como opción.
Tu día incluye transporte ida y vuelta en vehículo con aire acondicionado desde la costa de Fortaleza (no aeropuerto), visita a la playa de Águas Belas con sus piscinas naturales, tiempo en el Centro de las Rendeiras para ver a las artesanas locales tejiendo encajes, y una parada en el Engenho de Cana para probar jugo fresco antes de regresar juntos.
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