Recorre las calles entrelazadas de Sarajevo con un guía local que conoce cada historia detrás de cada piedra—from Puente Latino hasta el bazar Baščaršija. Siente el peso de la historia en el lugar del asesinato de Franz Ferdinand, prueba baklava en el casco antiguo y detente a reflexionar en el cementerio Kovači antes de acabar en la Llama Eterna. Cada paso te conecta con el alma de Sarajevo.
Lo primero que me llamó la atención fue cómo la luz caía sobre los adoquines cerca del Puente Latino—casi dorada, pero no de forma romántica, más bien como si hubiera absorbido todo lo que aquí ocurrió. Nuestro guía, Adnan, se detuvo justo en el lugar donde asesinaron a Franz Ferdinand. No tenía prisa; simplemente nos dejó estar un momento en medio del ruido de la calle. Es curioso cómo la historia se siente viva cuando pasan los tranvías y alguien vende castañas asadas cerca. Intenté imaginar 1914, pero sobre todo me sentí pequeño y curioso.
Paseamos por el parque Mejdan (con olor a hierba mojada tras la lluvia), y luego entramos a la Mezquita del Emperador—pies descalzos sobre la piedra fresca, voces que resonaban suavemente. Un anciano barría los escalones, nos saludó con un gesto pero no dijo nada. Después, zigzagueamos junto a la iglesia franciscana y la cervecería de Sarajevo—Adnan bromeó que la cerveza bosnia “es la verdadera razón por la que vinieron los austriacos”. La historia de la Casa de la Rabia nos hizo reír; aún no entiendo del todo por qué alguien movería su casa ladrillo a ladrillo por terquedad, pero en Sarajevo eso tiene sentido.
El bazar Baščaršija me golpeó como una ola—el tintineo del cobre en la calle Kazandžiluk, el aroma a baklava que salía de las puertas, la gente moviéndose a su ritmo. Bebimos del manantial Sebilj (dicen que si bebes, volverás—yo espero que sí). En la mezquita Gazi Husrev-beg, la luz del sol atravesaba los vitrales y por un segundo todo estaba en silencio en medio del bullicio. Adnan nos señaló el Morica Han y nos contó sobre los viajeros que descansaban allí hace siglos; me pregunté si ellos también se sentían abrumados por tantas capas de cultura mezcladas.
El cementerio Kovači tenía un peso especial—el silencio allí es distinto a cualquier otro lugar de Sarajevo. Terminamos cerca de la Llama Eterna; la gente dejaba flores y nadie hablaba por un minuto o dos. Quizás eso fue lo que más me quedó: cómo Sarajevo nunca te deja olvidar lo que ha sobrevivido, pero sigue vibrando en cada rincón. Sigo pensando en esos momentos, como si hubiera guardado un pedacito de la ciudad en el bolsillo.
El recorrido cubre los sitios principales del centro de Sarajevo y suele durar unas 3 horas.
Sí, es apto para todos los niveles de condición física y los bebés pueden ir en cochecito o silla de paseo.
El itinerario incluye la visita a la mezquita Gazi Husrev-beg dentro de la ruta a pie.
Sí, hay transporte público cerca de la mayoría de las paradas de este tour.
No se incluye almuerzo; sin embargo, pasarás por muchos lugares que ofrecen snacks y dulces tradicionales.
Sí, visitarás mezquitas, iglesias, sinagogas, cementerios, mercados y más a lo largo del recorrido.
No incluye recogida en el hotel; el punto de encuentro es en una ubicación céntrica de Sarajevo.
Sí, se permiten animales de servicio durante el recorrido a pie.
Tu día incluye una caminata guiada por Sarajevo con paradas en sitios clave como el Puente Latino, el bazar Baščaršija, la mezquita Gazi Husrev-beg y el cementerio Kovači—todo de la mano de un experto local que comparte historias en cada calle. También recibirás un mapa de la ciudad para que puedas seguir explorando por tu cuenta después.
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