Sube al teleférico de La Paz hacia El Alto con un guía local que conoce cada rincón de la cultura cholet. Entra en estas mansiones andinas llenas de color, prueba snacks típicos y escucha las historias detrás de sus diseños únicos. Prepárate para risas, sonidos callejeros y momentos que se quedan contigo mucho después de volver a La Paz.
Lo confieso: no tenía ni idea de qué era un “cholet” antes de este tour en El Alto. El primero que vimos parecía sacado de un sueño o de un cómic: neones rosas, verdes intensos, cristales que atrapaban el sol de la mañana en ángulos extraños. Nuestro guía, Jaime, solo sonrió y dijo: “Esto es solo el comienzo.” Nos llevó directo al teleférico — esos cables que flotan sobre La Paz y suben hasta El Alto — y juro que se me revolvió el estómago al elevarnos sobre la ciudad. Abajo, los mercados se desbordaban en las calles, mujeres con sombrero bombín se saludaban. Olía a masa frita, diésel y lluvia sobre el concreto.
Caminar por El Alto con Jaime fue como ir con un amigo de toda la vida que conoce cada atajo. Nos señaló cholets aún en construcción (“Ese tendrá un salón para 500 personas,” dijo, casi orgulloso), y nos dejó asomarnos a uno terminado — paredes de terciopelo, techos espejados, barandales pintados de oro. Intenté decir “cholet” en español y seguro lo dije mal; Jaime se rió y me explicó que viene de “chalet,” pero los bolivianos le dieron un giro único. Hubo un momento en que estábamos en el eco de un salón vacío de un cholet nuevo y solo se oía música lejana desde afuera — cumbia que subía por las ventanas abiertas. Algo casi surreal.
No esperaba sentir tanta energía en estos edificios ni en El Alto mismo. Niños corrían entre los vendedores ambulantes, alguien gritaba por más salteñas (aún sueño con esas delicias), y ni el viento frío de allá arriba lograba apagar los colores pintados por todas partes. Al final entendí que estos cholets no son solo arquitectura; son declaraciones fuertes de identidad — parte tradición, parte rebeldía, tal vez. En fin, si quieres ver el lado más vibrante de Bolivia con alguien que realmente vive aquí (y probar snacks), este tour de medio día vale totalmente la pena.
El tour incluye varios viajes en teleférico, visitas guiadas a diferentes cholets en El Alto (con acceso al interior) y snacks.
Usarás el sistema público de teleféricos de La Paz junto con tu guía.
Sí, podrás entrar al menos a un cholet para ver sus detalles interiores de cerca.
Sí, es apto para todos porque la mayoría del recorrido es en teleférico y las caminatas son moderadas.
Sí, los snacks están incluidos como parte de la experiencia.
Sí, te encontrarás con tu guía local en La Paz antes de subir juntos a El Alto.
Es un tour de medio día explorando la arquitectura andina en El Alto.
Sí, tu guía es boliviano y comparte detalles sobre arquitectura y cultura durante todo el recorrido.
Tu día incluye varios viajes en teleférico entre La Paz y El Alto con un guía boliviano que te lleva por calles llenas de color; visitarás varios cholets (algunos en construcción), entrarás a al menos uno para ver de cerca el diseño andino y disfrutarás snacks locales antes de regresar en transporte público.
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