Esta es tu oportunidad de volar en teleférico sobre los techos de La Paz, caminar por el infinito Salar de Uyuni al atardecer, conocer mineros en Potosí y navegar el Lago Titicaca hasta la Isla de la Luna—todo con un guía privado que se encarga de cada detalle. Cada día trae algo nuevo: ruinas ancestrales, calles coloniales, sabores locales. Vive Bolivia de cerca y a tu ritmo.
“¡Miren esa vista!” sonrió nuestro guía mientras volábamos en teleférico sobre La Paz—casitas diminutas que se desparramaban por las laderas como un patchwork. La ciudad vibraba abajo: vendedores ambulantes gritando en español, el aroma a buñuelos que subía desde un puesto en la esquina. Más tarde, paseando por la Plaza Murillo y entrando en la iglesia de San Francisco, sentí cómo se mezclaban el pasado y el presente de Bolivia justo frente a mis ojos. Por la tarde, recorrimos el Valle de la Luna con sus formaciones rocosas tan extrañas que parecía otro planeta.
Al día siguiente madrugamos para volar a Sucre. Los edificios coloniales blancos brillaban bajo el sol mientras caminábamos por la Plaza 25 de Mayo. Nuestro guía nos mostró huellas de dinosaurios en el Parque Cretácico—¡algo que jamás imaginé ver en Bolivia! En Potosí conocimos a mineros que aún trabajan en el Cerro Rico; sus historias me quedaron grabadas mucho después de partir hacia Uyuni. Esa noche, en el hotel de sal, todo estaba tan silencioso que podías oír cómo crujían tus pasos sobre el suelo salado.
El Salar de Uyuni era aún más inmenso de lo que imaginaba—un blanco infinito que se perdía en el horizonte, interrumpido solo por la isla Incahuasi cubierta de cactus y el lejano volcán Tunupa. Tomamos esas fotos clásicas de perspectiva (nuestro guía conoce todos los trucos), y luego vimos cómo el atardecer pintaba el salar de rosa y dorado. De vuelta en La Paz, apenas tuvimos tiempo para respirar antes de partir hacia las aguas azules del Lago Titicaca y el bullicioso puerto de Copacabana. En la Isla de la Luna, mujeres locales nos enseñaron a tejer telas tradicionales; sus manos se movían tan rápido que era difícil seguirles el ritmo.
El último día nos llevó a las antiguas piedras de Tiwanaku—gigantescas caras talladas en monolitos que miran hacia la altiplanicie. El aire se sentía ligero pero fresco mientras explorábamos ruinas más antiguas que Machu Picchu. Al terminar estos seis días, mi cámara estaba llena, pero mi mente aún más, repleta de colores, sonidos e historias de cada rincón de Bolivia.
Sí—el tour está pensado para todos los niveles de condición física e incluye transporte cómodo con opciones accesibles como vehículos adaptados para sillas de ruedas y asientos para bebés si es necesario.
Te alojarás en hoteles seleccionados de 3 a 5 estrellas o en alojamientos boutique reconocidos por su confort y servicio; una noche será en un hotel único construido con sal cerca de Uyuni.
Incluye desayunos y almuerzos diarios, además de todas las entradas a actividades; tu guía se encarga de los tickets para que solo te concentres en disfrutar.
Disfrutarás de un día completo explorando el Salar de Uyuni—con paradas en el cementerio de trenes, visita a la isla Incahuasi, sesiones de fotos en el salar y el atardecer antes de regresar al pueblo.
Tu experiencia incluye recogida y traslado al aeropuerto en La Paz, además de todos los traslados terrestres entre ciudades en vehículo privado o vuelos domésticos cuando sea necesario. Contarás con un guía profesional de habla inglesa durante todo el recorrido y cinco noches en hoteles cómodos (incluyendo una noche en un hotel de sal). Todas las actividades principales están incluidas—tours por la ciudad, sitios arqueológicos, paseos en barco por el Lago Titicaca—y también disfrutarás de desayunos y almuerzos diarios. ¿Necesitas dieta especial? Solo avísanos con anticipación para que todo esté listo a tu llegada.
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