Navega el Monkey River en Belize con un guía local, observa de cerca monos aulladores y manatíes, conoce la vida cotidiana en las orillas y termina con comida casera en un restaurante del pueblo.
La mañana estaba cargada de humedad cuando pisamos el viejo muelle de madera donde el Monkey River se encuentra con el mar. Nuestro guía, Luis, ya nos esperaba, descalzo y charlando con un pescador que acababa de sacar una red llena de peces plateados. El paseo en bote comenzó tranquilo, deslizándonos frente a coloridas casas de madera sobre pilotes. Los niños saludaban desde la orilla y se olía a alguien friendo plátanos cerca.
Al adentrarnos en los manglares, Luis señaló un destello verde: una iguana gigante tomando el sol en una rama. Poco después, los escuchamos: monos aulladores llamando desde lo alto de los árboles. Su sonido es salvaje, como un motor lejano retumbando en la selva. Vimos tucanes saltando entre las ramas e incluso alcanzamos a ver la nariz de un manatí asomándose un instante sobre el agua.
Bajamos para una caminata corta bajo un dosel espeso. Había barro en algunos tramos, así que lleva buen calzado, y presta atención a los pequeños cangrejos que cruzan tu camino. Luis nos mostró plantas que los locales usan como medicina y señaló un cocodrilo medio escondido entre los juncos. De regreso, un par de mujeres lanzaban redes desde su cayuco, riendo mientras trabajaban. Terminamos en un pequeño lugar a la orilla del río —sin cartel, solo locales almorzando— donde disfrutamos un guiso de pollo con arroz y frijoles. Sinceramente, después de la mañana en el río, nunca había probado algo así.
¡Sí! A los niños les encanta ver animales y pasear en bote. Solo ten en cuenta que los bebés deben ir en el regazo de un adulto; si avisas con tiempo, hay asientos para bebés disponibles.
Todo el recorrido toma unas cuatro a cinco horas, incluyendo el almuerzo y la caminata.
Usa zapatos cómodos que puedan ensuciarse, lleva repelente y protector solar. Un sombrero también ayuda, porque al mediodía hace calor.
Normalmente hay oportunidad de bañarse en zonas seguras y tranquilas. Tu guía te indicará cuándo es seguro hacerlo.
El tour incluye todas las tarifas del río y impuestos, transporte ida y vuelta desde Placencia, un almuerzo auténtico beliceño en un lugar local y un guía amable que te acompaña durante toda la experiencia.
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