Recorre la selva de Belice en un pontón con guía local, nada bajo tres cascadas, incluyendo Río-Frío, y atrévete a saltar o hacer tubing. Disfruta un almuerzo a bordo tras las caminatas y chapuzones. Risas, agua fresca en la piel y momentos que recordarás mucho después de secarte.
Desperté con el suave golpeteo del agua contra el costado de nuestro pontón, en lo profundo de las montañas mayas. El aire estaba tan denso que casi podías saborear el verde alrededor. Nuestro guía, Joel (que creció cerca de aquí), señaló una mariposa morpho azul justo cuando intentaba descifrar si ese canto de pájaro era real o solo producto de mi imaginación. ¿Sabes cuando esperas que un lugar se sienta salvaje y realmente lo es? Así fue esta experiencia.
La primera cascada ni siquiera tenía nombre — Joel sonrió y dijo que cambia con cada estación. Piscinas sobre piscinas, todas de un turquesa lechoso donde las hojas parecen petrificadas por el calcio. Metí la mano y el agua estaba más fría de lo que imaginaba. Algunos se lanzaron directo; yo dudé un poco (no voy a mentir), pero terminé entrando tras un niño de unos ocho años. Por un momento hubo un silencio extraño, solo el sonido del agua cayendo sobre las rocas — algo que se quedó conmigo.
La siguiente parada fue Twin Falls — dos corrientes que se separan alrededor de un gran bloque de granito, ambas ruidosas pero con su propio carácter. Podíamos subir para saltar desde un lado. Intenté decir “cascada” en criollo (Li se rió de mí — seguro lo dije mal), y simplemente me lancé. La caída no era enorme, pero el corazón me latía con fuerza todo el tiempo. Después llegó el almuerzo — arroz con frijoles envuelto en hoja de plátano, comido con los dedos mojados porque ninguno se secó bien.
La última parada fue la cascada Río-Frío, más alta que cualquier otra bajo la que haya estado. El agua caía con tanta fuerza que no podías escuchar a nadie hablar a menos que gritaran justo al lado para vencer el ruido. Algunos flotaron en tubos hacia el centro; yo me dejé llevar cerca del borde y observé cómo la luz del sol se colaba entre la bruma. De regreso, Joel señaló unos tucanes sobre nosotros — yo ni los vi porque seguía pensando en esa descarga fría bajo la cascada.
Visitarás tres cascadas diferentes: una sin nombre, Twin Falls y la cascada Río-Frío.
No, nadar y saltar son actividades opcionales; puedes elegir lo que te haga sentir cómodo.
Sí, el almuerzo está incluido durante la aventura en el pontón por la selva.
Sí, un guía local profesional acompaña todo el recorrido.
Sí, el transporte ida y vuelta está incluido para tu comodidad.
El tour es apto para todas las edades y niveles de condición física; las áreas son accesibles para sillas de ruedas y se permiten cochecitos.
Se recomienda ropa cómoda; lleva traje de baño si quieres nadar o saltar al agua.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en vehículo con aire acondicionado, todas las entradas y tasas pagadas, agua embotellada y refrescos durante el viaje, además de un almuerzo completo entre los baños, todo guiado por un amable local que compartirá historias antes de llevarte de vuelta al punto de partida.
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