Recorrerás Hasselt resolviendo pistas en tu móvil, probando gin en el museo, deteniéndote bajo las campanas de la catedral y paseando por jardines a tu ritmo. Sin guía que te apure, cada parada se siente especial — ya sea riendo por pistas fallidas o compartiendo patatas en Grote Markt. Una forma divertida de conocer Hasselt que te quedará grabada mucho después de cerrar la app.
Intentando equilibrar el móvil en una mano y un stroopwafel a medio comer en la otra, me di cuenta de que esta no iba a ser una simple caminata por la ciudad. La app de la búsqueda del tesoro me indicó que siguiera hacia el Museo del Gin — la verdad, ni sabía que el gin tuviera tanta importancia aquí. Dentro olía a madera vieja y a algo herbal y punzante; la mujer en la recepción sonrió cuando me trabé con mi holandés. Me dio un vasito de muestra (no sé si era parte del juego o pura hospitalidad belga) y me dijo que “saboreara la historia”. Lo hice, y sí, picaba un poco, pero de la mejor manera.
Lo mejor de este juego en Hasselt es que no dependes del ritmo de nadie más. Pasamos frente a la Catedral de San Quintino justo cuando sonaban las campanas — tan fuertes que nos hicieron reír y taparnos los oídos un momento. La app nos llevó después al Jardín Japonés, que fue un remanso de paz tras el bullicio de la ciudad; se percibía un leve aroma a césped mojado y flores de cerezo (o quizás solo quería imaginarlo). Una pareja estaba sentada en silencio junto al estanque, alimentando a los koi — no parecía que jugaran, pero tal vez habían desbloqueado algún nivel secreto.
Me quedé atascado con una pista cerca de las ruinas del antiguo beguinaje — tuve que preguntarle a un señor mayor que paseaba a su perro qué significaba “Virga Jesse”. Él se encogió de hombros, sonrió, señaló la basílica a lo lejos y dijo algo sobre milagros. No sé si hablaba de milagros religiosos o de sobrevivir al clima belga sin paraguas. De cualquier forma, seguimos adelante — a veces parando para un café o para mirar escaparates (los maniquíes del Modemuseum tienen un estilo raro pero genial). Todo el día fue relajado y sin guion; nadie nos apuraba ni nos obligaba a memorizar datos.
Todavía recuerdo lo fácil que fue perderse por callejones o quedarnos sentados demasiado tiempo en la Grote Markt viendo pasar a la gente. La ruta no te presiona — puedes parar a comer patatas fritas o dejar que los niños corran libres en Plopsa Indoor Hasselt si quieres (nosotros hicimos ambas cosas). Al atardecer, los pies me dolían, pero había visto mucho más de lo que esperaba y, sin darme cuenta, había aprendido pedacitos de la historia de Hasselt.
Usas una app online en tu móvil para seguir pistas por Hasselt a tu propio ritmo.
No, es completamente autoguiado usando solo tu teléfono.
Visitarás sitios como el Museo del Gin, la Catedral de San Quintino, el Jardín Japonés, el Modemuseum Hasselt, la Grote Markt y más.
Sí, puedes comenzar cuando quieras tras reservar, ya que es autoguiado.
Sí, es ideal para familias e incluye paradas como Plopsa Indoor Hasselt.
Sí, todas las zonas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
Sí, la mayoría de los puntos del recorrido están cerca de paradas de transporte público.
La ruta está pensada para equipos de hasta 6 personas por reserva.
Tu día incluye acceso a la app online del juego de ciudad para equipos de hasta seis personas — sin guía — y todas las instrucciones enviadas tras reservar para que empieces cuando prefieras.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?