Baja de tu vuelo en el Aeropuerto de Viena y encuentra a tu chófer privado justo en llegadas, sin buscar ni preocuparte. Sube a una van de lujo con agua embotellada y ve directo a tu hotel en el centro de Viena. Durante el camino, recibe consejos locales de tu conductor en inglés y disfruta esas primeras vistas de la ciudad, momentos que recordarás mucho después de llegar.
No esperaba sentirme tan aliviado solo con ver mi nombre en un cartel después de ese largo vuelo a Viena. Hay algo en los aeropuertos — todo el ruido, la luz rara, la gente moviéndose rápido — que te hace desear un aterrizaje suave. Nuestro conductor (creo que se llamaba Martin) estaba esperándonos justo afuera de la zona de equipajes, con el cartel como si lo hiciera mil veces. Sonrió y dijo “Willkommen”, que seguro pronuncié mal. El aire olía un poco a café y lluvia, algo que resultó sorprendentemente reconfortante.
La van Mercedes estaba impecable — nada llamativo, solo cómoda y discreta. Agua embotellada esperándonos en los portavasos. Recuerdo pasar la mano por el asiento de cuero, esperando que estuviera pegajoso o frío, pero era simplemente… normal. Subimos con nuestras maletas (una cada uno, más mochilas), y Martin ayudó con las más pesadas sin hacer un drama. Nos preguntó si habíamos estado antes en Viena y nos dio algunos consejos para comer algo tarde cerca del hotel. Me gustó que no intentara vendernos nada, solo sugerencias sinceras.
El trayecto hasta el centro de Viena duró unos 25 minutos, ¿quizás? Difícil decirlo con exactitud; estuve viendo cómo las gotas de lluvia bajaban por la ventana mientras las farolas se veían borrosas. El ambiente en la van era tranquilo, solo sonaba música clásica suave en la radio (muy vienesa). En un momento, Martin señaló la noria del Prater iluminada a lo lejos y nos contó una historia breve de cuando iba de niño — nada ensayado, solo un recuerdo que quiso compartir. Eso me quedó grabado más que cualquier dato de guía turística.
Tu chófer te esperará en la sala de llegadas, después de recoger el equipaje, con un cartel con tu nombre.
Sí, los traslados privados desde el Aeropuerto de Viena funcionan todo el día, todos los días del año.
Se utiliza una furgoneta Mercedes Benz Vito Clase o una van de lujo similar para hasta 6 pasajeros.
Se monitorea tu vuelo; si se retrasa, el traslado se ajusta sin coste extra.
Sí, todos los impuestos aeroportuarios y hasta 60 minutos de aparcamiento están incluidos en la reserva.
Los bebés son bienvenidos, pero deben ir en el regazo de un adulto durante el trayecto.
Puedes llevar una maleta y un bolso de mano por persona; los objetos grandes requieren confirmación previa.
Tu viaje incluye recogida privada en el Aeropuerto de Viena con chófer de habla inglesa, transporte en van Mercedes de lujo para hasta seis personas, agua embotellada a bordo, todos los impuestos y tasas de aparcamiento cubiertos, además de ayuda con el equipaje — todo pensado para que te relajes desde que llegas hasta que estés en tu hotel en el centro de Viena.
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