Recorre Salzburgo con un guía local que revive las escenas de Sonrisas y Lágrimas — desde los jardines de Mirabell hasta la catedral de Mondsee. Risas en el bus, paradas para fotos junto a lagos y palacios, y para terminar, schnitzel y fideos en un restaurante con encanto. Si te gusta la nostalgia o quieres probar auténtica comida austriaca tras visitar lugares de película, este tour te quedará grabado.
¿Alguna vez te preguntaste si los jardines de Mirabell realmente lucen como en Sonrisas y Lágrimas? Yo sí, así que me apunté a este tour en Salzburgo (y con almuerzo de schnitzel y fideos, que para mí fue el gancho). Nuestra guía, Anna, conocía cada detalle — incluso canturreaba un poco “Do-Re-Mi” mientras pasábamos junto a la Fuente del Pegaso. Los jardines estaban llenos de rosas y turistas tarareando la banda sonora. Es gracioso ver a todos intentando hacer esos pasos de baile de la película — casi me tropiezo con los míos.
Salimos rumbo a la Abadía de Nonnberg (Anna nos señaló dónde María fue novicia — ahora no es tan tranquilo con los autobuses pasando), y luego paramos en el Palacio Hellbrunn. La glorieta de cristal es más pequeña de lo que imaginaba, pero casi se escucha el eco de la escena del beso. Cayó una llovizna que hizo que todo oliera a fresco y verde; mi chaqueta se mojó un poco, pero a nadie le importó. En el lago Leopoldskron, el reflejo del palacio en el agua era tan perfecto que parecía una puesta en escena. El teléfono de alguien sonó con “Edelweiss” y todos nos reímos — hasta Anna se contagió por un momento.
La última parada fue la catedral de Mondsee, donde filmaron la boda. Dentro, hacía fresco y olía ligeramente a cera de vela. Me senté un momento solo para escuchar el eco de mis pasos en la piedra. Después paseamos por el pueblo de Mondsee — casas de colores pastel y el aroma a pan recién horneado que se escapaba por las calles. No esperaba sentir tanta nostalgia por una película que no veía desde hace años.
El tour terminó de vuelta en Salzburgo, pero no en el punto de inicio — recibes un cupón para almorzar o cenar en el restaurante Herzl (a unos 15 minutos caminando). Mi schnitzel llegó crujiente y caliente, los fideos cremosos con salsa de queso (parmesano, aunque también hay gorgonzola si prefieres). De postre, strudel de manzana — con ese aroma a canela que llena todo. A veces todavía recuerdo ese primer bocado cuando escucho “My Favorite Things”. Así que sí, si eres fan o simplemente tienes curiosidad por los paisajes de Salzburgo, este paseo de un día vale mucho la pena.
El tour dura unas 4 horas antes de la comida en el restaurante Herzl.
Sí, tu reserva incluye un menú de tres platos: sopa, schnitzel con fideos y strudel de manzana.
Verás los jardines de Mirabell, la Abadía de Nonnberg (por fuera), la glorieta de cristal en el Palacio Hellbrunn, el lago del Palacio Leopoldskron y la catedral de Mondsee por dentro.
Sí, hay opciones vegetarianas disponibles si las solicitas para la comida.
No hay recogida en hotel; el punto de encuentro es en el centro de Salzburgo.
El restaurante Herzl está a unos 15 minutos caminando desde el punto final; el guía te indicará cómo llegar.
Sí; los bebés pueden ir en cochecito o sentados en el regazo de un adulto durante el traslado.
Se pueden acomodar sillas de ruedas plegables si alguien ayuda para subir y bajar.
Tu día incluye un tour guiado en bus por los lugares icónicos de Sonrisas y Lágrimas en Salzburgo como los jardines de Mirabell y la catedral de Mondsee; todas las entradas; y al final, almuerzo o cena en el restaurante Herzl con sopa, schnitzel de pavo con fideos con queso (o opción vegetariana) y strudel de manzana antes de que sigas tu camino.
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