Sumérgete en la energía salvaje de Sydney Harbour con este paseo en jet boat de 45 minutos — girando junto a iconos como la Opera House y Luna Park, con música a tope y salpicaduras por doquier. Siente la adrenalina cuando el capitán hace maniobras cerca de Manly antes de volver a Circular Quay empapado y sonriendo. Diversión pura, sin complicaciones.
Casi no tuve tiempo de arrepentirme antes de que nos envolvieran con esos ponchos brillantes en Circular Quay. La tripulación repartía chalecos salvavidas con una sonrisa que me hizo preguntarme en qué me había metido. Nuestro capitán, Mark, ya bromeaba mientras explicaba las medidas de seguridad — lo llamó “el tour turístico más rápido de Sydney” y guiñó un ojo. Intenté guardar el móvil en la taquilla pero lo dejé caer (quizá por los nervios), y de repente estábamos todos subidos al jet boat, con la música a todo volumen.
Salimos disparados por Sydney Harbour tan rápido que solté un grito — no me lo esperaba. El viento nos azotaba, salado y cortante, y cuando giramos cerca de la Opera House, me empapó un chorro de agua en la cara. Mark gritó algo como “¡agárrense!” justo antes de hacer una maniobra que se sintió como una montaña rusa lateral. Hay un momento raro en el que ríes pero también te agarras fuerte porque crees que vas a salir volando (spoiler: no pasa). El skyline de la ciudad parecía casi irreal desde ahí afuera — todo cristal y velas blancas bajo un cielo azul. En un momento, un niño detrás mío empezó a cantar la canción que sonaba — creo que era AC/DC. Encajaba perfecto.
Llegamos hasta Manly, más lejos de lo que imaginaba para un paseo de 45 minutos desde Circular Quay. Ya cerca de los “heads” se siente lo inmenso que es todo — océano a un lado, la ciudad quedando pequeña atrás. Mark hizo un giro loco de 270 grados que nos dejó empapados y a todos gritando (de emoción). Todavía recuerdo ese primer chapuzón de agua fría; me despertó más que cualquier café.
Cuando volvimos, con el pelo pegado y la cara adolorida de tanto sonreír, a nadie le importaba ya verse bien o seco. Seguíamos riendo de lo ridículos que parecíamos con esos ponchos. Si estás pensando en hacer este paseo por Sydney Harbour, hazte un favor: lleva ropa seca para después. Créeme.
El paseo dura 45 minutos desde la salida hasta el regreso a Circular Quay.
El tour parte desde el Muelle Este (Eastern Pontoon) en Circular Quay, Sydney.
Lleva ropa seca para después; hay taquillas para guardar tus cosas.
Sí, todos los pasajeros reciben chalecos salvavidas antes de subir.
Se requiere una altura mínima de 120 cm para poder participar.
No, no incluye recogida; debes llegar por tu cuenta al Muelle Este.
Sí, los ponchos impermeables están incluidos en la reserva.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de Circular Quay.
Tu aventura incluye uso de taquillas seguras en Circular Quay para tus pertenencias, además de ponchos impermeables y chalecos salvavidas antes de embarcar. Tras conocer al capitán y recibir la charla de seguridad, disfrutarás de un paseo en jet boat a toda velocidad de 45 minutos por Sydney Harbour, para luego regresar al punto de partida — no olvides ropa seca para después.
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