Vive Sydney desde la cubierta mientras navegas frente a iconos como la Ópera y el Puente, escuchando relatos locales con una taza de café o té. Ríe, descubre nuevas miradas a lugares clásicos y disfruta de momentos de calma que no encuentras en tierra.
Había visto fotos de Sydney Harbour antes, pero estar flotando ahí mismo es otra cosa. El aire tenía ese toque salado y una luz que hace que todo se vea más nítido. Al subir al barco, nuestro guía (creo que se llamaba Mark) empezó a contar cómo los acantilados de arenisca moldearon toda la ciudad. Señaló la gran cara sonriente de Luna Park justo cuando un ferry pitó cerca. No esperaba reír tanto con sus historias sobre antiguos contrabandistas y fiestas salvajes bajo el puente; parece que aquí siempre han sabido cómo divertirse.
Navegamos junto a la Ópera de Sydney y, la verdad, ver esas velas blancas tan de cerca desde el agua tiene un efecto casi relajante. La ciudad se siente agitada detrás, pero en el barco solo están el viento y las gaviotas a lo lejos. Mark repartió café (bastante bueno para estar en un barco) y algunos se juntaron para hacerse fotos mientras otros se recostaban a contemplar el paso por los Jardines Botánicos Reales. Intenté ver a alguien corriendo por el sendero; quizás la próxima vez me anime a unirme si me siento con ganas.
El Puente de la Bahía parece aún más imponente desde abajo de lo que imaginaba. Los niños nos saludaban desde arriba; una mujer a mi lado intentaba que les devolvieran el saludo, pero solo recibió sonrisas tímidas. Es curioso lo que notas cuando no tienes prisa, como que cada pedazo de arenisca en la orilla cambia de color tras la lluvia de anoche. De regreso pasamos otra vez por Luna Park y me di cuenta de que no había mirado el móvil en más de una hora. Eso no me pasa casi nunca.
La duración exacta no está especificada, pero cubre los principales puntos del puerto en una mañana o tarde cómodamente.
Sí, durante el recorrido el guía comparte historias y datos sobre Sydney Harbour en tiempo real.
El ticket incluye café y té durante el crucero.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito; también hay asientos especiales para ellos.
Verás la Ópera de Sydney, el Puente de la Bahía, los Jardines Botánicos Reales y The Domain, Luna Park y otros puntos del puerto.
Sí, el barco cuenta con baño para los pasajeros.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del lugar de embarque.
Tu día incluye un crucero por Sydney Harbour con comentarios en vivo, vistas privilegiadas de la Ópera y Luna Park, café o té a bordo y acceso a baños durante todo el trayecto.
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