Conduce tu propio quad por los senderos salvajes de Kangaroo Island acompañado de un guía local que conoce cada rincón. Prepárate para curvas arenosas, subidas rocosas, avistamientos de fauna (si tienes suerte) y esas vistas al océano que no se olvidan. Todo el equipo de seguridad está incluido, solo trae ganas de aventura.
Confieso que estaba un poco nervioso cuando llegamos a Vivonne Bay para este tour en quad por Kangaroo Island. El aire olía a eucalipto y sal marina, y las motos parecían mucho más robustas de lo que esperaba. Nuestro guía, Sam, me entregó un casco y sonrió—me dijo que no me preocupara, “En un rato le cogerás el truco.” Tenía razón. Después de una breve explicación (y un tambaleo algo vergonzoso al principio), arrancamos, con el motor rugiendo mientras saltábamos sobre la tierra roja y nos adentrábamos en el monte.
Los caminos cambiaban constantemente—un momento estábamos zigzagueando entre altos eucaliptos, esquivando huellas de canguros en la arena, y de repente el terreno se volvía rocoso y tenía que concentrarme de verdad. Sam no dejaba de chequear que todos estuviéramos bien, bajando el ritmo si alguien se sentía inseguro. En un momento nos detuvimos junto a un grupo de flores amarillas de acacia que zumbaban con abejas. Señaló unos wallabies a lo lejos—con sus orejitas asomando sobre la hierba—y nos contó que solo salen cuando hace fresco como ese día. Fue como descubrir un secreto de Kangaroo Island que pocos conocen.
Hubo un instante cerca del borde del sendero donde solo se escuchaba el viento y el sonido lejano de las olas—sin coches, sin voces, solo esa sensación de cielo abierto. Tenía las manos llenas de polvo, pero no me importaba; la verdad es que todavía recuerdo esa vista hacia el Océano Austral, todo azul grisáceo y sin fin. Nos reímos de mi intento fallido de pronunciar “Vivonne” (Sam trató de enseñarme, pero seguro que lo arruiné). El camino de vuelta se sintió más fácil, tal vez porque ya estábamos más sueltos o simplemente porque Kangaroo Island tiene ese efecto.
El tour comienza en Vivonne Bay, a unos 90 minutos en coche desde el ferry de Penneshaw. No hay transporte ni taxis disponibles.
Sí, los tours están diseñados tanto para novatos como para pilotos con experiencia, con instrucciones completas incluidas.
Incluye todo el equipo necesario (casco, etc.) y la guía de un experto local.
Niños a partir de 4 años pueden ir como pasajeros; para conducir, deben tener al menos 6 años.
Se recomienda llevar zapatos cerrados y pantalones largos por seguridad.
La opción Edge of the Earth dura aproximadamente 170 minutos.
Es posible avistar animales como wallabies o canguros según las condiciones del día.
Tu día incluye todo el equipo de seguridad que te colocan al llegar, además de una explicación práctica con tu guía local antes de salir a recorrer el terreno variado alrededor de Vivonne Bay. No necesitas traer nada, solo ganas de vivir la aventura.
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