Escucharás historias auténticas de locales mientras navegas frente a los puntos clave de Hobart y bajo el puente Tasman, con opciones de almuerzo o cena a bordo. Verás remeros en Rose Bay y casas históricas en Montagu Bay. Un plan relajado, sin prisas, ideal para descubrir otra cara de Hobart.
Lo primero que me llamó la atención fue el suave zumbido del motor del barco contra el viejo muelle de madera — no era fuerte, pero sí constante, como alguien aclarándose la garganta antes de contar una historia. Subimos al Spirit of Hobart justo después de comer, y nuestro guía (creo que se llamaba Mark) nos recibió con ese humor seco tan típico de Tasmania. El río brillaba casi como metal bajo la luz de la tarde, y se mezclaban en el aire los aromas a sal y eucalipto. Me senté junto a la ventana porque no quería perderme nada — ya sabes cómo es cuando estás en un lugar nuevo.
Navegamos río arriba pasando por los Jardines Botánicos, que desde el agua parecían más una pintura salvaje que un jardín. Mark señaló Government House — parece que aún vive un gobernador ahí, aunque solo vimos un destello de paredes blancas entre los árboles. Pasar bajo el puente Tasman fue una sensación extraña pero emocionante; agaché la cabeza aunque había mucho espacio (las costumbres no se pierden). En Rose Bay, unos remeros nos saludaban y, por alguna razón, ese pequeño instante se quedó grabado más que cualquier monumento famoso.
Si eliges el crucero con almuerzo (como nosotros), sirven algo sencillo pero delicioso — yo probé un pescado tan fresco que parecía recién sacado del agua esa misma mañana. El comentario no era nada preparado ni formal; Mark nos contó historias de su infancia cerca de Montagu Bay o cómo Battery Point solía estar lleno de astilleros. Se rió cuando se confundió con las fechas y dijo “¡No me lo cites!” haciendo que todos nos relajáramos un poco. De regreso, alguien vio delfines a lo lejos — o tal vez fue solo un deseo después de una copa de vino.
No esperaba sentir tanta paz al final del paseo. La ciudad se veía más suave desde ahí, casi como si por un rato perteneciera a otro. Si estás pensando en hacer una excursión por el río Derwent desde Hobart, te diría que lo hagas por esos pequeños momentos — no solo por lo que aparece en los folletos.
Los cruceros estándar de mañana y tarde duran 1 hora; el de almuerzo 1,5 horas; y el de cena 2 horas.
El almuerzo está incluido en el crucero de mediodía (excepto para niños menores de 5 años); la cena ofrece un menú de 3 platos si se alcanza el mínimo de pasajeros; en otros cruceros se pueden comprar bebidas y snacks.
Sí, en todos los cruceros la tripulación local ofrece comentarios en directo.
La salida es desde el área del puerto central de Hobart (el muelle exacto se confirma tras la reserva).
No, no incluye recogida en hotel; cada pasajero debe llegar por su cuenta al punto de embarque.
En los cruceros con cena se incluye una bebida de cortesía; el resto de bebidas se pueden comprar a bordo.
Sí, es apto para todos los niveles físicos y accesible para cochecitos; las comidas no incluyen menú para menores de 5 años.
Se necesita un mínimo de 8 pasajeros para que el crucero con cena salga; consulta disponibilidad antes de reservar.
Tu excursión por el río Derwent incluye la duración del crucero que elijas (de 1 a 2 horas), comentarios en vivo de la tripulación local mientras pasas por lugares como el puente Tasman y Battery Point, además de un almuerzo ligero o cena de tres platos según tu reserva. Los cruceros con cena incluyen una bebida gratis; otras bebidas se pueden comprar a bordo antes de regresar al puerto de Hobart.
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