Viaja desde Melbourne por la Great Ocean Road con un guía local, avistando koalas y loros salvajes antes de explorar las playas históricas de Loch Ard Gorge. Termina el día viendo el atardecer sobre los imponentes 12 Apóstoles — esos momentos de calma y aire salado son los que más recordarás.
Salimos de Melbourne a media mañana, con el café todavía caliente en las manos, rumbo directo a la Great Ocean Road. Nuestro guía, Matt, tenía un don para contar historias que te hacían olvidar que estabas en un tour — señaló el Memorial Arch y bromeó sobre los autos antiguos que apenas podían subir esas colinas. La carretera serpenteaba junto a los acantilados y de repente el océano aparecía por todos lados, azul plateado y agitado. Paramos en Anglesea para estirar las piernas; se olía la sal y el protector solar, y unos niños locales corrían descalzos por la arena. Intenté lanzar una piedra para que saltara, pero solo cayó — típico de mí.
Cerca de Kennett River nos detuvimos para buscar koalas. No esperaba ver ninguno (¿quién tiene tanta suerte?), pero ahí estaban, acurrucados como pequeñas comas grises en las ramas de eucalipto. Loros de colores pasaban volando — destellos rojos y verdes — y alguien me dio un trozo de manzana para ellos. Fue un momento de paz escuchar el susurro de las hojas mientras todos estiraban el cuello para verlos. El almuerzo fue sencillo pero rico; sándwiches comidos apoyados en la van, riendo porque ninguno pronunciaba bien “Loch Ard”.
La Shipwreck Coast se sentía diferente — más ventosa, quizá con un aire más intenso. Matt nos contó la historia del naufragio del Loch Ard mientras bajábamos hacia la garganta. La arena estaba fresca bajo los pies y había un silencio entre el rugir de las olas chocando contra esos muros de piedra caliza. Entiendes por qué es un lugar tan famoso cuando estás ahí, con la bruma marina en la cara.
Al llegar a los 12 Apóstoles, la luz empezó a tornarse dorada. Bajar por Gibson’s Steps me hizo sentir lo pequeños que somos junto a esos acantilados — la verdad, me mareé un poco al mirarlos hacia arriba. Todos guardamos silencio por un momento al atardecer; hasta Matt dejó de hablar (algo raro en él). El regreso fue tranquilo, cabezas apoyadas en las ventanas mientras las luces de Melbourne volvían a aparecer. A veces sigo pensando en esa costa cuando el ruido de la ciudad se vuelve demasiado.
El tour completo dura unas 12 horas, incluyendo el viaje desde Melbourne.
Sí, se incluye la recogida en hoteles seleccionados de Melbourne.
El tour tiene paradas donde podrás ver koalas salvajes y loros coloridos en su hábitat natural.
No incluye almuerzo fijo; hay tiempo para comer en paradas locales durante el invierno.
Todos los costos y tasas están incluidos en el precio de la reserva.
Sí, los bebés son bienvenidos; contacta directamente con el operador para solicitar asiento para bebé.
Los puntos clave son el Memorial Arch, la parada en la playa de Anglesea, avistamiento de koalas, Loch Ard Gorge y el atardecer en los 12 Apóstoles.
Tu día incluye recogida en hoteles seleccionados de Melbourne, todas las entradas y tasas cubiertas, WiFi a bordo para compartir fotos rápido, además de un vehículo con aire acondicionado y un guía local amigable en todo momento — solo lleva tus snacks o compra algo para almorzar en alguna de las paradas con vistas antes de regresar tras el atardecer.
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