Prueba vinos clásicos de Coonawarra en la bodega relajada de Rymill, con un anfitrión local que te guía en cada copa. Disfruta tablas de productos frescos mientras aprendes sobre la tradición vinícola y disfrutas de las vistas a las viñas — una experiencia que queda mucho después del último sorbo.
Lo primero que me llamó la atención fue cómo la luz iluminaba las filas de viñas fuera de la bodega de Rymill — un tono dorado y verde a la vez, como si alguien hubiera subido el color solo para nosotros. Dentro, el aire olía a barricas de roble y a algo floral que no supe identificar (¿quizás ese Gewürztraminer?). Nuestra anfitriona, Anna, nos saludó con una sonrisa que hizo que pareciera que estábamos entrando en la cocina de una amiga, no en una bodega.
Nos acomodamos para la cata — solo cuarenta y cinco minutos, pero la verdad, se sintió sin prisas. Anna sirvió cada copa mientras contaba pequeñas historias sobre las uvas o quién las había cosechado la temporada pasada. Se rió cuando intenté pronunciar “Petit Verdot” (lo hice fatal), pero nunca me hizo sentir tonto. El Sauvignon Blanc estaba fresco y vibrante, y había un rosado que sabía a verano embotellado. También pedimos una tabla de productos — quesos salados, aceitunas locales — que hizo que todo supiera aún mejor.
No podía dejar de mirar las viñas mientras bebíamos; hay algo especial en ver de dónde viene tu vino que hace que cada sorbo sea más interesante. El lugar es accesible para sillas de ruedas — vi a otra pareja entrar sin ningún problema — y nadie parecía apurado a terminar, aunque había horarios. Al irnos, Anna nos despidió por nuestro nombre (algo que me sorprendió), y todavía recuerdo lo relajado que fue todo. Nada pretencioso ni formal, solo gente real compartiendo lo que aman.
La cata sentada dura 45 minutos debido a las restricciones actuales.
Sí, todas las áreas y superficies en Rymill Coonawarra son accesibles para sillas de ruedas.
Se pueden llevar bebés y niños pequeños en cochecito o carrito.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante la visita.
Probarás una variedad que incluye Brut Espumoso, Sauvignon Blanc, Rosado, Shiraz, Cabernet Sauvignon y más.
Hay tablas de productos preparadas para comprar junto con la cata de vinos.
No, los invitados deben organizar su propio traslado a la bodega.
Tu experiencia incluye una cata sentada de varios vinos clásicos de Coonawarra con la guía de un anfitrión experto; se sirven bebidas alcohólicas durante la sesión. Las tablas de productos se pueden comprar aparte si quieres picar algo mientras pruebas.
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