Remarás por el Santuario de Delfines de Adelaide en un grupo pequeño, viendo delfines salvajes de cerca y navegando entre naufragios misteriosos escondidos en manglares milenarios. Con un guía local que comparte historias y risas (y todo el equipo incluido), tendrás las manos mojadas, el aire salado en la nariz y recuerdos que te acompañarán mucho después de volver a tierra firme.
Ya navegábamos bajo las ramas bajas cuando me di cuenta de lo silencioso que estaba todo aquí — solo el sonido de nuestras palas tocando el agua y algunas gaviotas a lo lejos. Nuestra guía, Sarah, señaló una pequeña onda adelante y susurró, “Ahí están.” Y sí, un par de delfines emergieron justo al lado del kayak. No esperaba estar tan cerca. El aire olía a una mezcla salada y dulce, con un toque de barro de los manglares. Mis manos ya estaban mojadas de salpicarme intentando seguir el ritmo de todos — no fue mi mejor momento.
La zona está a solo media hora del centro de Adelaide, pero parece otro mundo. Seguimos a Sarah por estos estrechos canales bordeados de manglares retorcidos (nos contó que tienen cientos de años). Nos contó historias sobre los delfines del río Port — algunos llevan décadas viniendo aquí. Hay un silencio raro entre los árboles, salvo cuando escuchas a un delfín respirar o ves a un cormorán alzar vuelo. En un momento intenté sacar una foto y casi dejo caer el móvil al agua; Sarah me pasó un contenedor impermeable y solo sonrió.
Luego llegamos al Cementerio de Barcos — cascos oxidados que asoman del agua como huesos. Es curioso ver tantos barcos abandonados tan juntos, algunos medio cubiertos por algas verdes. Sarah conocía cada naufragio por nombre y fecha; hasta nos señaló uno donde los chicos del lugar solían retarse a subirse (no recomendado). El sol se escondía tras las nubes, pero cuando salía todo se volvía dorado por un instante. Remamos casi tres horas, pero la verdad el tiempo se sintió a la vez más largo y más corto — el agua tiene su propia magia.
El tour dura hasta tres horas explorando el santuario y el cementerio de barcos.
Sí, es apto para la mayoría de niveles físicos; los guías ofrecen instrucciones y apoyo durante todo el recorrido.
Niños a partir de 8 años pueden unirse; los menores de 12 deben compartir kayak con un adulto.
Podrás ver delfines del río Port, vida marina, aves como cormoranes y más a lo largo de los canales.
No incluye recogida en hotel; el punto de encuentro está cerca del centro de Adelaide.
Sí, se incluyen kayaks, chalecos salvavidas, palas, chaquetas si es necesario y contenedores impermeables.
Sí; hay contenedores impermeables para guardar objetos de valor como cámaras o móviles.
El tour es accesible para sillas de ruedas, incluyendo todas las áreas y superficies en el punto de salida.
Tu día incluye todo el equipo para kayak — kayak, pala, chaleco salvavidas — y una chaqueta para remar si la necesitas. También un contenedor impermeable para tu cámara o móvil, así no tienes que preocuparte por las salpicaduras. Un guía local profesional lidera tu grupo pequeño por el Santuario de Delfines y el Cementerio de Barcos de Adelaide antes de regresar tras unas tres horas en el agua.
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