Te equiparás para subir guiado por el techo del Adelaide Oval, sintiendo nervios y emoción mientras cruzas puentes sobre la ciudad. La guía comparte historias y datos locales mientras haces una pausa en una plataforma al aire libre con vistas panorámicas — además te llevas una gorra de recuerdo y foto grupal. No es solo altura, es ver Adelaide con otros ojos.
No pensé que me pondría nervioso hasta que nos pusimos esos trajes azules para escalar en el Adelaide Oval — el sonido del velcro y ver a todos atándose las zapatillas en silencio hizo que todo se sintiera muy real. Nuestra guía, Jess, ya bromeaba sobre su “peinado a prueba de viento” (porque realmente hacía viento), y eso ayudó a relajar el ambiente. El estadio parecía enorme desde afuera, pero se siente aún más grande cuando estás a punto de caminar por su techo.
Empezamos el RoofClimb desde la tribuna Oeste, con casco bien ajustado y arneses revisados dos veces. Es una mezcla extraña de adrenalina y calma — se oye la ciudad abajo, el ruido de los tranvías por King William Road, pero aquí arriba solo escuchas el viento y tu propio latido. Jess nos señaló el río Torrens brillando bajo el sol y nos contó cómo los partidos de fútbol australiano se escuchan tan fuerte que se sienten en el pecho, incluso desde lo alto. También nos habló de leyendas del cricket — aunque no soy fan, me atraparon sus historias y no pude evitar sonreír.
¿La mejor parte? La plataforma abierta en el extremo sur. Te sientas — sí, de verdad te sientas — en esos asientos en la azotea y ves toda Adelaide, hasta las colinas y, en días despejados, un pedacito de la costa. Alguien del grupo preguntó si alguien se ha quedado atrapado arriba por miedo a bajar; Jess se rió y dijo que solo una vez tuvo que cantar para distraer a alguien en el descenso. Ojalá hubiera cantado para nosotros también.
Se pasa volando. Al final nos dieron una gorra de recuerdo (que aún llevo puesta mientras escribo esto) y nos tomamos una foto grupal antes de bajar. Mis manos seguían temblando cuando pisé tierra firme. Si estás pensando en hacer el RoofClimb en Adelaide Oval, no lo dudes — a veces aún recuerdo esa vista cuando veo el estadio desde abajo.
La experiencia completa dura alrededor de 2 horas.
La edad mínima es 8 años y la altura mínima 120 cm.
No se permiten cámaras personales ni GoPros, pero los guías toman fotos para ti.
Debes llevar calzado cerrado con suela de goma, como zapatillas, y ropa acorde al clima.
No incluye comidas, solo una gorra de recuerdo y foto grupal.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares; mayores de 75 años necesitan autorización médica.
Los grupos son de máximo 14 personas por sesión.
No incluye traslado, pero hay opciones de transporte público cerca.
Tu aventura incluye todo el equipo de seguridad y un traje especial para escalar, además de una gorra de recuerdo, un certificado oficial de logro y una foto grupal tomada por tu guía antes de regresar seguro al suelo.
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