Estarás frente a Khor Virap con el Monte Ararat de fondo, recorrerás el monasterio rojo de Noravank, probarás pan recién hecho y vinos de Areni, y sentirás la bruma de las cascadas de Jermuk. Con guía local y transporte incluido, vivirás historia, naturaleza, leyendas y sabores armenios en un solo día.
Lo primero que recuerdo es el silencio—bueno, no un silencio total. Se escuchaba un murmullo suave de los campos alrededor del Monasterio de Khor Virap, y entonces nuestra guía, Anna, dejó de hablar por un momento. Nos dejó ahí, frente al Monte Ararat. La montaña parecía tan cerca que casi podías tocarla, pero también increíblemente lejana. Sentí el aroma del polvo y las hierbas silvestres en el aire. Alguien detrás de mí susurró que Gregorio el Iluminador estuvo preso aquí durante años; intenté imaginar esa paciencia. Bajamos al antiguo pozo donde estuvo encerrado (es oscuro y huele a piedra vieja), y la verdad, me temblaban un poco las piernas al salir.
Después fuimos a Noravank—esos acantilados tienen un rojo intenso que no te esperas hasta que los ves en persona. Anna nos contó que las piedras del monasterio vienen de esas mismas rocas que nos rodeaban. Había una boda dentro; alcancé a ver encajes blancos y oí a alguien cantar en armenio—suavemente, como si no quisieran molestar a las piedras. El aire se sentía seco pero puro, y al caminar por el borde podías ver aves volando en círculos. Es curioso lo tranquilo que se sentía todo, a pesar de la gente alrededor.
Almorzamos antes de ir a Jermuk (todavía recuerdo ese pan), y luego paramos en el Arco de los Sueños—todos ataban cintas para atraer suerte. Jermuk es un lugar tranquilo, pero de esos que te reconfortan; se escucha el agua por todos lados. La cascada “Trenzas de Sirena” es más alta de lo que parece en las fotos, y si te acercas, la bruma te moja la piel. Anna nos contó la leyenda de la hija del príncipe convertida en piedra—se rió cuando intenté pronunciar “Jermuk” (seguro lo dije fatal). Después probamos agua mineral directo de uno de esos grifos públicos—no es mi sabor favorito, pero hay que probarlo.
La excursión terminó en Areni, en una bodega familiar. La bodega olía a tierra y algo dulce—¿ciruelas quizá? Probamos tres tipos de vino armenio hechos con uvas Areni mientras un hombre mayor nos explicaba (mitad en inglés, mitad con gestos) cómo su familia lleva generaciones haciendo vino aquí. Compré una botella para mi padre, aunque él prefiera la cerveza.
La excursión dura todo el día, desde la recogida por la mañana hasta el regreso por la tarde.
No incluye almuerzo específico, pero hay paradas para comer durante el recorrido.
Sí, se hace una parada en la bodega de Areni con degustación incluida.
No se requieren entradas adicionales según la información actual.
La excursión incluye recogida; revisa los detalles al reservar para tu ubicación.
Pueden participar, pero deben ir en el regazo de un adulto durante el transporte.
La excursión es apta para todos, aunque implica caminar y subir escaleras.
No; el traslado es en vehículo con aire acondicionado junto a tu grupo y guía.
El día incluye transporte en vehículo con aire acondicionado y recogida organizada por el guía, visitas a Khor Virap, Noravank, la cascada y manantiales de Jermuk, además de la cata en la bodega de Areni antes de regresar por la tarde.
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