Recorre la selva frondosa de las Yungas en Tucumán con un guía local, pasea por las calles tranquilas de Villa Nougués, contempla el Cristo Redentor en San Javier, haz una pausa en Raco y respira profundo junto al dique El Cadillal antes de visitar su museo arqueológico. Un tour de medio día que se queda en el recuerdo, sobre todo si te permites bajar el ritmo.
¿Alguna vez te preguntaste cómo cambia el aire al dejar atrás Tucumán y empezar a subir hacia las Yungas? Yo no lo pensé mucho hasta que nuestra van pasó por Yerba Buena — ventanas abajo, un aroma a verde por todos lados, como hojas mojadas y tierra después de la lluvia. Nuestro guía, Martín, nos señaló las antiguas casas escondidas entre los árboles. Nos contó que Paul Groussac llamó a este lugar “feliz y pintoresco”, y aunque sonaba un poco poético para un martes por la mañana… no estaba equivocado.
La ruta se enroscó hasta Villa Nougués. Es uno de esos sitios que parece que no deberían existir en Argentina — con muros de piedra cubiertos de musgo y estallidos de flores a lo largo de los senderos. Bajamos para caminar un rato. Solo se escuchaba el canto de los pájaros (y algún perro ladrando a lo lejos). El sol se sentía filtrado aquí, más suave de alguna manera. Intenté preguntarle a una vecina sobre el clima en invierno; ella solo sonrió y se encogió de hombros — “a veces frío, a veces no”. Clásico.
Seguimos camino pasando Loma Bola (vimos parapentes flotando alto sobre nosotros) y luego San Javier con su enorme estatua del Cristo Redentor — la verdad, se ve desde lejos, desde muy lejos. Martín bromeó diciendo que aunque te pierdas en las sierras, Cristo siempre te cuida. Después llegamos a Raco, donde nos puso algo de Atahualpa Yupanqui en el teléfono mientras cruzábamos el pueblo. No entendí todas las letras, pero tenía algo reconfortante.
No esperaba terminar en un monasterio benedictino en El Siambón — los monjes estaban en silencio, pero el jardín olía a hierbas y pan tibio (o tal vez fue mi imaginación). La última parada: el dique El Cadillal. El lago era más ancho de lo que imaginaba, con una luz extrañamente tranquila sobre todo. Algunos fueron directo por un café; yo me senté un rato junto al agua para absorberlo antes de visitar el museo de arqueología cercano. A veces todavía pienso en esa vista cuando el ruido de la ciudad me abruma.
El tour dura aproximadamente medio día, incluyendo el traslado desde la ciudad de Tucumán hasta el dique El Cadillal pasando por Yerba Buena.
Sí, incluye recogida y regreso al hotel en Tucumán para hoteles seleccionados.
Las paradas principales son Yerba Buena, Villa Nougués, Loma Bola, San Javier (Cristo Redentor), Raco, el monasterio de El Siambón, el dique El Cadillal y el museo de arqueología.
El tour es apto para todos los niveles físicos; caminar es opcional en cada parada.
No incluye comidas, pero hay opciones para comprar café o snacks en el camino.
No; es un tour grupal compartido centrado en naturaleza y cultura, no en vino ni deportes de aventura.
El guía profesional habla español; el inglés puede estar disponible bajo solicitud y según disponibilidad.
Tu día incluye traslado ida y vuelta desde el hotel en un vehículo con aire acondicionado y un guía local profesional que te acompañará en cada parada — las calles arboladas de Yerba Buena, el encanto de Villa Nougués en la ladera, la imponente estatua de San Javier — además de tiempo en Raco y el monasterio de El Siambón antes de relajarte en el dique El Cadillal y visitar su museo arqueológico antes de regresar a tu hotel.
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