Olvidate de las filas de taxis y los malentendidos con el idioma con este traslado privado desde Aeroparque o el puerto directo a tu hotel en el centro de Buenos Aires. Choferes locales te esperan en arribos y se encargan de todo, aunque llegues tarde o llueva.
Lo primero que noté al salir de Aeroparque fue la mezcla de sonidos de la ciudad: taxis tocando bocina, alguien vendiendo café en la vereda y esa brisa húmeda del río que solo se siente en Buenos Aires. Nuestro chofer nos esperaba en la zona de arribos, con un cartel con mi nombre (escrito a mano, nada impreso). Nos saludó en español, pero cambió a palabras lentas y claras cuando vio mi cara de desconcierto. Sin esperas incómodas, nos llevó directo a un sedán limpio estacionado justo afuera de las puertas principales.
El viaje al centro es corto, unos 20 minutos si el tráfico está tranquilo. Pasamos por los parques arbolados de Palermo y esos kioscos antiguos que venden revistas y alfajores. El chofer señaló el Obelisco cuando nos acercamos al centro, imposible no verlo aunque el sol diera reflejo en la ventana. Me gustó que no apuró; esperó mientras buscaba pesos en la entrada del hotel e incluso me ayudó con la valija (que pesaba más de lo que quería admitir). Si llegás de un vuelo largo o un crucero, esta es sin duda la forma más cómoda de empezar tu estadía.
Sí, tu chofer sigue el horario de tu vuelo y te espera sin costo extra si hay demoras.
El servicio incluye un bolso de mano y una valija por persona. Avisanos antes si tenés equipaje extra para coordinar un vehículo adecuado.
¡Por supuesto! Los traslados funcionan las 24 horas, así que no importa a qué hora llegues o desembarques, alguien te estará esperando.
Tu traslado es privado, sin compartir con desconocidos. Incluye recogida y entrega puerta a puerta, con todos los impuestos y tasas. Choferes locales que hablan español te reciben en arribos y te ayudan con el equipaje.
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