Verás Buenos Aires desde una perspectiva diferente—navegando por los sinuosos canales del delta de Tigre y explorando mercados vibrantes donde los locales compran y se reúnen. Es una forma sencilla de combinar naturaleza, arte y la vida cotidiana argentina en una excursión relajada de un día.
El aire de la mañana en Buenos Aires se sentía un poco pegajoso al salir de la terminal de cruceros—algo típico de finales del verano por aquí. Nuestra guía, Lucía, nos hizo señas desde una cómoda van estacionada justo afuera. Tenía ese encanto local relajado y nos fue señalando detalles de la vida porteña mientras cruzábamos la ciudad: gente tomando mate en los bancos, algún perro callejero trotando al lado del tránsito. El viaje hacia el norte pasó rápido; se alcanzaban a ver destellos del ancho y grisáceo Río de la Plata entre los edificios. Cuesta creer que sea uno de los ríos más anchos del mundo hasta que lo ves con tus propios ojos.
Al llegar a Tigre, flotaba un leve aroma a juncos del río y chorizo a la parrilla de un puesto cercano—imposible no notarlo. Subimos a un barco bajo para la excursión por el Delta de los 5 Ríos. El motor zumbaba suave mientras navegábamos por estrechos canales bordeados de casas de madera sobre pilotes. Niños saludaban desde pequeños muelles; algunas casas tenían hasta buzones diminutos colgando sobre el agua. Lucía nos contó cómo las familias usan los barcos aquí como los porteños usan el auto—hay hasta tiendas flotantes y escuelas escondidas entre las islas.
De vuelta en tierra, la van avanzó por el Paseo Victorica—una franja arbolada justo a la orilla del río donde los locales salen a correr o simplemente se sientan con un helado (vi a un par discutiendo por sabores frente a la Heladería Venezia). Bajamos el ritmo frente al Museo de Arte de Tigre, cuyo imponente edificio antiguo parecía brillar bajo el sol de la tarde. No muy lejos está el casino—aunque, para ser sincero, yo estaba más interesado en lo que venía después: tiempo libre en el mercado Puerto de Frutos. Este lugar vibra de vida; verás puestos repletos de cestas tejidas, piezas de arte originales y todo tipo de snacks. Algunos vendedores solo aceptan efectivo, así que me alegré de haber cambiado pesos antes. Si te gusta observar a la gente o llevarte algo hecho a mano, esta parada es un verdadero placer.
¡Sí! La excursión está diseñada para todas las edades y niveles de condición física. Solo ten en cuenta que los bebés deben ir sentados en el regazo de un adulto durante el traslado.
Algunos puestos aceptan tarjetas, pero muchos solo efectivo. Lo mejor es llevar pesos para comprar o comer en el mercado.
La navegación dura aproximadamente una hora y recorre varios ríos y canales pequeños dentro del delta.
Sí, los animales de servicio son bienvenidos durante toda la excursión.
Tu día incluye traslado de ida y vuelta desde la Terminal de Cruceros de Buenos Aires, además de aproximadamente una hora navegando por el Delta del Tigre en barco. También tendrás visitas guiadas por el Paseo Victorica, verás el Museo de Arte de Tigre desde afuera y contarás con tiempo libre en el mercado Puerto de Frutos para comprar o explorar por tu cuenta. ¡No olvides el protector solar y repelente de insectos si planeas caminar al aire libre!
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