Pisarás el Glaciar Perito Moreno con crampones tras cruzar Brazo Rico en barco desde El Calafate. Camina por crestas heladas con tu guía, escucha los crujidos del hielo y descubre por qué este glaciar es único antes de regresar en bus. Esa luz azul en tus botas no la olvidarás.
Aún recuerdo ese primer crujido bajo mis crampones—un sonido metálico, seguido de un silencio extraño al pisar el Glaciar Perito Moreno. Salimos temprano de El Calafate (apenas probé mi café), y tras recorrer la estepa patagónica, el bus nos dejó en unas pasarelas de madera con vista al glaciar. A veces se escucha como si el hielo gruñera, como un barco viejo que se mueve. Nuestra guía, Sofía, nos entregó mapas con una sonrisa y nos dijo “solo escuchen los crujidos.” Nunca pensé que me sentiría tan pequeño ahí parado, la verdad.
Después de recorrer esos miradores (y sacar mil fotos), tomamos otro bus corto hasta el muelle Bajo las Sombras. La navegación por Brazo Rico duró unos veinte minutos, pero el viento cortaba y todos salimos a cubierta para ver de cerca la cara azul del glaciar. Un tipo intentó nombrar todos los tonos de azul—se rindió en cinco. Al llegar, Sofía nos dividió en grupos y revisó nuestras botas antes de ponernos los crampones. Nos enseñó a caminar “como pingüinos,” y me reí hasta que lo intenté en serio.
El minitrekking duró alrededor de hora y media sobre el hielo. Es raro sentir que caminas sobre algo tan antiguo—a veces la superficie es áspera y otras lisa como vidrio. Sofía señaló pequeños arroyos de un turquesa intenso y explicó cómo este glaciar avanza, a diferencia de otros que se retraen. En un momento nos detuvo junto a una grieta apenas ancha para una bota—“pisá acá, no allá”—y nos contó sobre la gran ruptura que ocurre cada pocos años. Me quedé pensando en el silencio entre ráfagas de viento, solo roto por el roce de las botas y alguien adelante susurrando un “wow.”
Luego volvimos al muelle, con las piernas temblando pero sonriendo a desconocidos que ya parecían compañeros. El regreso en barco se sintió distinto—quizá por el sol más cálido o porque ya habíamos caminado sobre el Perito Moreno y no solo lo mirábamos de lejos. En el bus de vuelta a El Calafate repasaba esos pasos helados en mi cabeza, intentando no dormirme para no perder ningún detalle.
La excursión completa dura unas 10 horas con traslados; el trekking sobre el glaciar es de aproximadamente 1.5 horas.
Sí, el tour incluye recogida y regreso al hotel en El Calafate.
El tour es solo para personas entre 10 y 65 años; no se permiten excepciones.
Los crampones los proporciona el guía antes de pisar el hielo; se recomienda llevar calzado resistente.
No, no incluye almuerzo; lleva snacks o compra comida en las paradas.
No, no es apto para quienes tengan problemas cardíacos, várices graves, enfermedades respiratorias o movilidad reducida.
El tour funciona de agosto a mayo; no opera de junio a mediados de julio por el clima.
Tu día incluye traslado desde y hacia hoteles en El Calafate, trekking guiado con crampones en el Glaciar Perito Moreno, navegación ida y vuelta en barco por Brazo Rico y regreso por la tarde.
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