Camina por las calles más antiguas de Buenos Aires con un guía local, escucha tango en San Telmo, disfruta los colores vibrantes de La Boca y haz una pausa para almorzar junto al río en Puerto Madero si quieres. Desde la historia de Plaza de Mayo hasta la tranquilidad de Recoleta, cada parada es única y te llevarás esos momentos contigo.
Lo primero que me llamó la atención fue el aire en San Telmo, cargado de historias antiguas y el aroma del café que se colaba por las puertas abiertas. Nuestro guía, Martín, nos llamó desde una esquina donde la música de tango se escapaba entre los adoquines. Nos contó sobre el pasado del barrio mientras una pareja bailaba cerca; la verdad, me distraje viendo sus pies. Luego caminamos hacia la Plaza de Mayo; está llena de gente pero tiene una seriedad especial, con personas que se detienen a sacar fotos frente a la Casa Rosada. Intenté imaginar todo lo que habrán visto esas paredes.
La Boca fue más ruidosa de lo que esperaba, con casas pintadas que parecían apilarse porque no había más espacio y seguían subiendo. La calle Caminito es un caos encantador: artistas vendiendo sus lienzos llenos de color, niños corriendo, y ese olor dulce raro que venía de una panadería que nunca encontré. Martín señaló el estadio de Boca Juniors y sonrió: “El fútbol aquí es una religión.” Me enseñó a decirlo en español, aunque mi acento lo hizo reír. No nos quedamos mucho, solo lo justo para sentir el ritmo antes de seguir.
Puerto Madero parecía otra ciudad: edificios de vidrio brillando sobre el agua y el Puente de la Mujer curvado como un signo de interrogación. El almuerzo junto al río estaba incluido (si elegías esa opción), y todavía recuerdo el bife, jugoso y con ese toque ahumado, y cómo todos parecían disfrutar la comida sin prisa. Más tarde manejamos por la Avenida 9 de Julio; es enorme, casi demasiado ancha para cruzar sin perderse un momento. El Obelisco aparece de repente entre colectivos y taxis.
Recoleta fue nuestra última parada. La luz había cambiado, más suave, y caminamos bajo árboles pasando mansiones de estilo francés que Martín señalaba sin parar. Hay una flor gigante de metal (Floralis Genérica) que se abre con el sol; nos contó que los locales la usan como punto de encuentro, pero a mí me gustó quedarme ahí quieto viendo cómo las sombras se movían sobre sus pétalos. No esperaba sentir tanto en un solo día recorriendo Buenos Aires, ¿sabes?
Sí, el traslado está incluido para hoteles del centro de Buenos Aires.
El almuerzo está incluido si eliges esa opción al reservar.
Se recorren San Telmo, La Boca, Puerto Madero, Recoleta y más.
Sí, puedes elegir un paseo en velero de 30 minutos por el Río de la Plata si lo seleccionas.
El tour puede ser guiado por un guía multilingüe.
Sí, es accesible con algunas condiciones para sillas plegables.
El descenso puede ser en Puerto Madero, el Obelisco o el shopping Galerías Pacífico.
No se especifica la duración exacta, pero cubre varios barrios clave en un día.
Tu día incluye traslado desde hoteles del centro de Buenos Aires, acompañamiento de un guía local profesional durante todo el recorrido por los barrios, además de almuerzo opcional junto al río en Puerto Madero o un paseo en velero por el Río de la Plata si eliges esas opciones, para luego dejarte en el punto que prefieras.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?