Recorrerás las coloridas calles de Buenos Aires con un guía local que conoce cada atajo — desde los rincones tranquilos del Cementerio de Recoleta hasta el caos pintoresco de La Boca. Con recogida en el puerto, guarda de equipaje y relatos en vivo, descubrirás detalles de la ciudad que la mayoría de turistas no ven… y momentos que recordarás mucho después de que tu barco zarpe.
Sentí una mezcla extraña de emoción y alivio cuando finalmente sacamos las maletas del barco en Buenos Aires — esa sensación de no estar del todo listo para irse pero con ganas de descubrir lo que hay afuera. Nuestro guía, Martín, nos esperaba justo en el puerto con una sonrisa fácil y una van lo suficientemente grande para todas las bolsas (y, siendo sincero, había llevado demasiado). Nos ofreció agua fría y dijo algo sobre que “el verdadero Buenos Aires” comenzaba justo afuera de la terminal. Le creí.
La primera parada fue Floralis Generica — esa enorme flor de metal que se abre y cierra con el sol. Suena raro, pero verla brillar con la luz de la mañana me hizo detenerme un momento. El aire olía a pasto y a humo de autos, algo muy porteño. Luego recorrimos Recoleta; Martín contaba historias de Eva Perón en su tumba como si la hubiera conocido personalmente. Había señoras dejando flores, adolescentes riendo junto a las rejas, y yo intentaba imaginar todas esas vidas juntas en un solo lugar.
Recorrimos la Avenida 9 de Julio en zigzag (es realmente enorme — perdí la cuenta de los carriles) y paramos en Plaza de Mayo. Se estaba gestando una protesta, pancartas por todos lados, gente gritando pero sin enojo, más bien cantando sus reclamos. Martín nos fue contando pedazos de la historia argentina mientras caminábamos; a veces cambiaba al español a mitad de frase cuando se emocionaba. Me gustó que no endulzara nada. El almuerzo no estaba incluido, pero nos recomendó su empanadería favorita cerca del mercado de San Telmo (“Confía en mí,” dijo, “la de carne picante vale la pena”).
La Boca era ruidosa y caótica en el mejor sentido — casas pintadas, tango saliendo de las puertas, chicos jugando al fútbol cerca de murales de Maradona. Intenté pronunciar “barrio” bien; Martín se rió y me corrigió con cariño (todavía no logro hacer la erre). Para entonces, el jet lag se había transformado en algo parecido a la maravilla o tal vez solo era la cafeína de tantos café cortados. Todo el día se sintió menos como tachar lugares y más como entrar en un ritmo secreto. Terminamos de vuelta en el punto de partida con el equipaje seguro y la cabeza llena de nombres y rostros nuevos. Sigo pensando en esa flor abriéndose bajo el cielo porteño.
Sí, la recogida en el puerto está incluida en este tour por la ciudad.
Sí, se ofrece guarda de equipaje durante el tour para que viajes sin preocupaciones.
El traslado dura entre 1 y 1.5 horas según el tráfico; el tiempo total varía según las paradas del itinerario.
Sí, el tour es accesible y apto para todos los niveles de movilidad.
Disponemos de asientos especiales para bebés; también se pueden llevar cochecitos o carriolas.
Incluye agua embotellada; el almuerzo no está incluido, pero el guía recomendará lugares locales.
Visitarás San Telmo, La Boca, el Cementerio de Recoleta, Plaza de Mayo, Avenida 9 de Julio, Floralis Generica, entre otros.
Sí, tu guía local bilingüe ofrecerá comentarios en vivo durante todo el recorrido.
Tu día incluye recogida en tu hotel o puerto de cruceros en un vehículo con aire acondicionado y espacio para tu equipaje; agua embotellada; peajes y estacionamientos cubiertos; comentarios en vivo en dos idiomas con tu guía local; además de guarda segura de equipaje mientras exploras cada parada en Buenos Aires antes de dejarte en tu próximo destino.
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