Sumergite en Aljibe Tango de San Telmo con una cena-show temprano donde los bailarines giran a pocos metros y el vino local no para de fluir. Con opción de traslado en bus tradicional, más menú de tres pasos (si elegís), vas a sentir el espíritu del tango porteño de cerca — y capaz te quedás tarareando la melodía mucho después.
“Sabés que todavía no hay que aplaudir,” susurró nuestro mozo con una sonrisa justo cuando empezó el bandoneón. Ya estaba medio perdido en el resplandor rojo de las paredes de Aljibe Tango — ese convento del siglo XIX convertido en club de tango en Buenos Aires se sentía como un secreto que me habían confiado. Afuera, San Telmo seguía vibrando (se escuchaba a través de las persianas si prestabas atención), pero adentro reinaba la luz tenue de las velas y el tintinear de las copas. Nuestra guía, Marta, nos señaló las baldosas pintadas cerca de nuestra mesa — aparentemente originales — y nos contó cómo esos pasillos alguna vez resonaron con voces de todo el país. Traté de imaginarlo mientras sorbía un Malbec. El vino tenía un sabor casi ahumado, o tal vez era mi imaginación volando.
La cena me sorprendió — esperaba algo apresurado o para turistas, pero las empanadas estaban tan calientes que me quemaron la lengua (para bien), y el aroma a hierbas de un bife cercano se colaba en el aire. El show empezó temprano, justo para que no termináramos agotados a medianoche; la verdad, eso me gustó. Los bailarines pasaban tan cerca que se veían las suelas rozando la madera. Hubo un momento en una canción donde todo quedó en silencio salvo una cuerda de guitarra — me dio un escalofrío. Y cuando intenté decir “gracias” con acento argentino, Marta se rió y sirvió más vino.
Si elegís la opción de traslado en bus (nosotros lo hicimos), ya vale la pena solo por el viaje — esos buses antiguos retumban como si guardaran mil historias, y vas descubriendo las calles de San Telmo poco a poco antes de sentarte en Aljibe Tango. De vuelta, la gente estaba más callada; quizás pensando que el tango no es solo música aquí, sino parte del alma de Buenos Aires. Todavía recuerdo esa última nota que quedó flotando en el aire cuando nos fuimos.
Sí, si elegís esa opción al reservar, el traslado ida y vuelta al hotel está incluido.
Está en la calle Balcarce, en el barrio histórico de San Telmo, Buenos Aires.
La cena está incluida si seleccionás la opción Cena & Show al reservar.
Las bebidas y el vino argentino están incluidos con la cena.
Sí, es apto para todos porque es un espectáculo con cena sentado.
Por favor, avisá al reservar si tenés alguna necesidad dietaria para hacer los arreglos.
El show comienza temprano para que los invitados no tengan que quedarse hasta muy tarde.
Tu noche incluye entrada a Aljibe Tango en San Telmo con show en vivo, bebidas y vino argentino durante la cena (si elegís), café o té después, y traslado opcional ida y vuelta en bus tradicional para darle un toque bien local.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?