Disfruta de un traslado privado en coche de Múnich a Praga con un conductor local que comparte historias en el camino. Haz una parada de dos horas en lugares como Regensburg o Pilsen — prueba salchichas junto al río o visita el patio de un castillo. Recogida en tu hotel y bajada donde prefieras en Praga, para que este viaje sea mucho más que solo llegar del punto A al B.
No esperaba que el trayecto de Múnich a Praga fuera toda una pequeña aventura. Quizás porque suelo moverme por aeropuertos y estaciones de tren, pero esta vez nuestro conductor Tomas nos recogió directamente en el hotel — sin prisas, sin arrastrar maletas entre multitudes. Nos saludó con un tranquilo “Dobré ráno” (seguro que lo pronuncié mal), nos dio botellas de agua fría y preguntó si queríamos hacer una parada en el camino. Elegimos Regensburg para pasear por su casco antiguo — había leído algo sobre sus puentes medievales, pero la verdad es que solo quería estirar las piernas y comer algo que no fuera comida de aeropuerto.
El coche estaba impecable y fresco por dentro (menos mal, porque era una mañana pegajosa), y Tomas charlaba lo justo — sin pasarse. Nos señaló pequeños pueblos bávaros al pasar y nos contó que su abuela horneaba pan los domingos. Al llegar a Regensburg, aparcó cerca y nos dio algunos consejos: “Prueben las salchichas junto al río”, dijo. Y así lo hicimos. El olor a cebolla a la parrilla flotaba sobre el puente de piedra; todavía recuerdo ese primer bocado — mostaza ahumada y picante, pan suave. Paseamos una hora más o menos, luego volvimos con Tomas (nos esperaba con una sonrisa y sin prisa alguna).
El resto del viaje fue tranquilo — el campo deslizándose a nuestro lado, un poco de lluvia golpeando las ventanas. En un momento me quedé dormido; al despertar, ya estábamos cruzando a Chequia. Tomas nos señaló dónde solía estar la frontera vigilada (“Ahora solo hay señales,” se encogió de hombros). Llegar a Praga fue casi surrealista después de tanto verde y silencio — de repente tranvías sonando y gente por todas partes. Nos dejó justo en la puerta de nuestro apartamento. Sin complicaciones.
El trayecto dura entre 4 y 5 horas, según el tráfico y la parada turística que elijas.
Sí, puedes escoger una parada de 2 horas entre opciones como Regensburg, el campo de concentración de Dachau, el Museo de la Cerveza en Pilsen, el Castillo de Zbiroh o el Castillo de Karlstejn.
Sí, el conductor te recogerá donde quieras en Múnich a la hora que elijas.
No, no son guías oficiales, pero son locales encantados de compartir sus conocimientos de la zona.
Sí, el agua embotellada está incluida para tu comodidad durante todo el trayecto.
Puedes solicitar paradas adicionales al reservar, aunque algunas combinaciones pueden no ser posibles por tiempo.
Sí, todos los vehículos son accesibles y adecuados para viajeros con diferentes necesidades.
Disponemos de sedanes para 1–3 pasajeros, monovolúmenes para 4 y furgonetas grandes para grupos de hasta 7 personas.
Tu día incluye recogida privada en cualquier punto de Múnich por un conductor local que habla inglés (no es guía), vehículo cómodo y con aire acondicionado adaptado a tu grupo y equipaje, agua embotellada durante todo el viaje, todos los impuestos y tasas incluidos, además de una parada turística de dos horas donde elijas antes de dejarte en cualquier lugar de Praga — sin complicaciones ni costes ocultos.
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