Con tu entrada incluida, entrarás directo al Louvre y conocerás a un guía experto que hará que cada obra cobre vida — desde la Venus de Milo hasta ese instante silencioso frente a la Mona Lisa. Disfruta de un grupo pequeño, historias reales detrás de rostros famosos y tiempo para absorber el museo más icónico de París a tu ritmo.
Confieso que no esperaba sentir nervios solo por entrar al Louvre. Quizá por su tamaño, o por saber que en algún rincón estaba la verdadera Mona Lisa. Nuestra guía, Camille, nos recibió junto a la pirámide de cristal (más grande de lo que imaginaba) y empezó a contarnos cómo los parisinos debaten cuál es la entrada más rápida. Tenía esa habilidad de hacer que todo pareciera menos intimidante, como si fuéramos amigos paseando, pero rodeados de 800 años de arte.
Lo primero que me impactó fue el eco de los pasos sobre el mármol y ese olor tenue — ¿papel viejo? O tal vez siglos de barniz y polvo. Camille nos llevó directo pasando la multitud (las entradas sin fila son una maravilla) y entramos en galerías interminables. Señaló detalles que jamás habría notado, como cómo los brazos ausentes de la Venus de Milo han inspirado a tantos artistas a “completarla” en su imaginación. En un momento preguntó si alguien se sentía perdido — yo sí — pero se rió y dijo que hasta los locales se desorientan aquí.
Ver la Mona Lisa no fue lo que esperaba. Hay un silencio casi reverente cuando giras esa última esquina, como si todos olvidaran respirar por un instante. Es más pequeña de lo que crees, pero tiene una intensidad increíble — sus ojos realmente parecen seguirte (lo juro). Camille nos contó historias de robos y teorías, algunas locas, otras tristes. Cuando sonó un teléfono todos nos sobresaltamos; rompió un poco la magia, pero también me hizo sonreír porque, al final, sigue siendo solo un cuadro colgado… aunque no del todo, ¿verdad?
Paseamos por pasillos que nunca habría encontrado solo. Camille conocía atajos y se detenía a mostrarnos detalles pequeños — como grafitis de cuando el Louvre fue palacio. Al final mis pies estaban cansados, pero mi cabeza llena de imágenes y relatos. No dejo de pensar en ese momento frente a la Mona Lisa: sala llena, luz suave sobre pintura antigua, todos estirando el cuello para verla una vez más antes de seguir.
Sí, la entrada para adultos (valorada en 22€) está incluida en el precio del tour.
Sí, tu guía te llevará a ver los puntos más destacados, incluida la Mona Lisa.
Sí, pueden participar bebés y niños; los cochecitos están permitidos dentro del museo.
Sí, hay varias opciones de transporte público cerca para llegar fácilmente.
Un guía experto en historia del arte que habla inglés lidera el grupo.
No, el ticket cubre solo la entrada y la visita guiada, no incluye comidas.
Sí, los menores de 18 años (y residentes del EEE menores de 26) entran gratis con identificación válida.
Tu día incluye entrada sin filas al Museo del Louvre con un guía historiador del arte en inglés; tu entrada para adultos está pagada por adelantado para que no tengas que hacer cola ni preocuparte por nada al llegar.
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