Te levantarás antes del amanecer en Cappadocia para que te recojan en el hotel y te lleven directo al Valle de las Rosas a ver cómo llenan el cielo los globos al amanecer. Harás fotos mientras despegan entre las chimeneas de hadas, luego irás al Valle del Amor para más vistas antes de compartir un desayuno con el grupo. Es un inicio temprano, pero te dejará un recuerdo que querrás revivir una y otra vez.
Para ser sincero, casi no escucho la alarma. La idea de madrugar antes del amanecer sonaba mejor en teoría, pero de alguna manera llegué al lobby, despeinado, donde nuestro conductor ya esperaba. Me dio una botella de agua y sonrió como si hubiera visto esa cara dormilona mil veces. La furgoneta estaba en silencio salvo por el suave zumbido del móvil de alguien. Salimos mientras el cielo seguía con ese azul oscuro profundo, y no paraba de pensar: “¿De verdad vale la pena?”
Pero cuando llegamos al Valle de las Rosas, casi se me olvidó el cansancio. Había pequeños grupos de gente dispersos, algunos envueltos en mantas, todos mirando el campo donde preparaban los globos aerostáticos. Los quemadores chisporroteaban —más fuerte de lo que esperaba— y cada vez que uno se encendía, se sentía un golpe de calor incluso desde donde estábamos. Nuestro guía, Cem, nos señalaba qué globo era de qué compañía (aún no recuerdo los nombres), y nos dijo que nos tomáramos el tiempo para hacer fotos. Olía un poco a café y polvo; alguien cerca había traído su termo, buena idea.
Seguimos hacia el Valle del Amor justo cuando el sol empezaba a asomarse detrás de esas chimeneas de hadas tan salvajes. La luz iluminaba los globos y parecían casi pintados en el cielo —la cámara del móvil no les hizo justicia, pero no paraba de disparar fotos. Cem se rió cuando intenté pronunciar “Göreme” bien (todavía no sé si lo logré). Es curioso lo silencioso que estaba todo, salvo por el sonido lejano de los quemadores y susurros para no romper ese momento.
Después vino el desayuno —algo sencillo, pan, queso y té fuerte— pero sentarse ahí con todos los que también se habían levantado temprano se sintió especial. Todavía recuerdo ese primer color que apareció sobre Cappadocia cuando estoy en casa, atrapado en el tráfico o lo que sea. Así que sí, vale totalmente la pena perder unas horas de sueño.
El tour comienza antes del amanecer; la hora exacta de recogida depende de la ubicación de tu hotel.
Sí, la recogida en hotel está incluida en la reserva.
Primero visitarás el Valle de las Rosas para ver los preparativos y luego el Valle del Amor para disfrutar del amanecer.
Sí, después de ver los globos se ofrece desayuno incluido.
Tendrás tiempo libre para fotos y videos en ambas paradas.
La experiencia dura varias horas, incluyendo transporte, tiempo para ver los globos y desayuno.
Un guía local te acompañará durante todo el tour.
Tu mañana incluye recogida temprana en hotel en un vehículo con aire acondicionado y botella de agua durante el trayecto. Tendrás tiempo suficiente en el Valle de las Rosas y el Valle del Amor para hacer fotos mientras cientos de globos despegan sobre ti. Luego disfrutarás de un desayuno local sencillo antes de regresar, sin preocuparte por la logística ni perderte ningún momento clave.
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