Entrarás al Museo del Futuro en Dubái con la entrada incluida, recorriendo exposiciones futuristas bajo la impresionante caligrafía árabe. Escucha a tu guía local contar las historias detrás de cada detalle y prueba las pantallas interactivas que despiertan tu imaginación (y seguro te sacan una sonrisa). Un lugar que te hará pensar en el mañana mucho después de irte.
Bajamos del metro y ahí estaba — ese óvalo plateado con letras árabes que parecían girar y flotar sobre Sheikh Zayed Road. Había visto fotos del Museo del Futuro antes, pero verlo de cerca es otra historia. El aire estaba pesado por el calor (en Dubái no hay “templado”), pero adentro, el aire fresco y el silencio nos envolvieron. Escanearon rápido nuestras entradas — sin complicaciones — y entramos casi esperando que nos recibieran robots (no fue así, pero casi).
Lo primero que me llamó la atención fue cómo la luz rebotaba en esos paneles de acero inoxidable. Nuestra guía — Fátima, de voz suave pero con mirada aguda — señaló una línea de caligrafía y nos la tradujo. Dijo que era una cita del jeque Mohammed sobre la esperanza en el mañana. Intenté pronunciarla en mi cabeza; seguro la hice un lío. Las exposiciones te llevan hacia adelante — algunas salas parecen un sueño donde todo vibra en silencio y ya no sabes qué es real o virtual. También había un aroma, ¿herbal? Como si alguien hubiera dejado menta fresca cerca. O tal vez era mi estómago pidiendo comida.
No esperaba sentirme tan pequeño allí — no de forma negativa, sino como si estuvieras dentro de la gran idea de alguien más. Los niños corrían presionando botones; los mayores se detenían frente a pantallas brillantes que mostraban cómo podría ser Dubái dentro de 50 años. Una niña le preguntó a su papá si algún día podría vivir en Marte y él se encogió de hombros con una media sonrisa como diciendo “quizás”. Nos reímos cuando una exhibición hizo que mi voz sonara robótica al eco — Fátima dijo que todos prueban eso al menos una vez.
Salir fue raro porque afuera volvía el tráfico, los cláxones y el sol reflejándose en los rascacielos de cristal. Pero seguía pensando en esas palabras que envuelven el edificio — esperanza escrita en acero y luz. Me quedó grabado.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden usar cochecito o carriola.
Sí, todas las tasas e impuestos están incluidos en tu entrada.
El museo se eleva 77 metros sobre el nivel del suelo.
La fachada tiene tres citas en caligrafía árabe del Jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum.
Sí, hay opciones de transporte público muy cerca.
Sí, es apto para todos los niveles de condición física.
Tu día incluye la entrada al Museo del Futuro con todas las tasas y impuestos cubiertos — sin cargos extra — y acceso completo a todas las exposiciones dentro de este icónico punto de Dubái.
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