Recorrerás pasillos milenarios con un guía local experto, te enfrentarás a las deslumbrantes Joyas de la Corona, conocerás de cerca a los Beefeaters y los cuervos, y caminarás por salas llenas de secretos reales. Prepárate para risas, silencios inesperados y relatos que se quedan contigo mucho después.
Con las manos metidas en los bolsillos del abrigo, James nos esperaba justo fuera del antiguo arco de piedra; es de esos guías Blue Badge que parecen conocer cada rincón de las murallas. Al entrar, olí la humedad de la piedra y un leve aroma metálico. Empezó de inmediato con una historia sobre presos que rayaban mensajes desesperados en las paredes. Es curioso, pero casi puedes sentir esos ecos bajo tus pies.
No esperaba reír tanto en una excursión a la Torre de Londres desde el centro de la ciudad. James nos señaló dónde estuvo encerrada Ana Bolena (la llamó “pobre Ana”, y esa frase se me quedó grabada), y luego nos hizo una pausa para que viéramos pasar a uno de los Yeoman Warders —los famosos Beefeaters—. Sus uniformes son más llamativos de lo que imaginaba, casi caricaturescos frente a tanto gris de piedra. Los cuervos estaban por todas partes, paseándose como si fueran los dueños del lugar. Uno intentó robarle un sándwich a alguien y nadie se sorprendió.
La parte de las Joyas de la Corona estaba llena de gente, pero valió la pena: la luz que refleja esas coronas es casi demasiado para la vista después de tanta penumbra. Recuerdo que pensé en cuántos reyes y reinas realmente las habían llevado puestas. Nuestro guía supo cuándo movernos para evitar aglomeraciones, algo que agradecí porque no me gustan las multitudes. Y ver la armadura de Enrique VIII de cerca… sinceramente, parecía incómoda; James bromeó diciendo que seguro la usaba para impresionar.
Terminamos cerca del antiguo lugar de ejecuciones; ahora solo hay una pequeña placa y unas flores. Por un momento se hizo un silencio, a pesar de los turistas alrededor. A veces sigo pensando en ese silencio inesperado: no esperas sentir nada en un sitio tan concurrido, pero pasa.
No se especifica la duración exacta, pero suelen durar entre 2 y 3 horas según el ritmo y las preguntas del grupo.
Sí, la entrada está incluida y podrás ver las Joyas de la Corona durante la visita.
El guía principal es James Hart, un experimentado guía turístico Blue Badge; en invierno otros expertos locales con valoraciones de 5 estrellas pueden hacerse cargo.
Verás a los Yeoman Warders residentes (Beefeaters) mientras recorres los terrenos de la Torre.
No se menciona recogida en hotel; los participantes se reúnen en la entrada o cerca de la Torre de Londres.
Sí, los animales de servicio están permitidos en esta visita.
Sí, hay opciones de transporte público muy cerca de la Torre de Londres.
No incluye almuerzo por defecto, pero puedes mejorar la experiencia con un té de la tarde opcional con las Joyas de la Corona en el Four Seasons Hotel.
Tu día incluye entradas a todas las áreas principales dentro de la Torre de Londres —como la Torre Blanca y las Joyas de la Corona— con relatos de un guía local experto que acompaña a tu grupo pequeño durante todo el recorrido. Además, puedes añadir un té de la tarde en el Four Seasons Hotel para seguir disfrutando del ambiente real un poco más.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?